Toyota ha anunciado que no incrementará los precios de sus vehículos en Estados Unidos, a pesar de los nuevos aranceles del 25% impuestos por el gobierno de Donald Trump a las importaciones automotrices, los cuales entrarán en vigor el 3 de abril.
La empresa japonesa, una de las mayores automotrices del mundo, informó que mantendrá sus operaciones actuales mientras trabaja en reducir sus costos fijos, evitando trasladar el impacto de las tarifas a los consumidores estadounidenses.
En 2024, Estados Unidos fue el mercado más importante para Toyota, con ventas que alcanzaron los 2.3 millones de vehículos, lo que representa cerca del 25% de sus ventas globales, según datos de la compañía.
La decisión llega en un contexto de incertidumbre para la industria automotriz, afectada por las políticas comerciales de Trump, que buscan priorizar la producción local, aunque Toyota ya fabrica más de la mitad de los autos que vende en ese país en plantas estadounidenses.
Por ahora, la automotriz descarta ajustes inmediatos en sus precios y apuesta por estrategias internas para absorber los costos adicionales que implican los aranceles en sus importaciones desde México y otros países.