La ciudad de Chihuahua enfrenta una ola de calor implacable este fin de semana, con temperaturas que alcanzarán los 37 grados Celsius. Según el Servicio Meteorológico Nacional, las condiciones climáticas extremas se mantendrán durante los próximos días, dejando a los habitantes en busca de alivio.
El pronóstico indica cielos despejados, lo que intensifica la sensación térmica durante las horas pico del día. Las autoridades han emitido recomendaciones para evitar la exposición prolongada al sol, especialmente entre las 11 de la mañana y las 4 de la tarde, cuando los rayos ultravioleta son más intensos.
La falta de lluvias agrava la situación, ya que no hay un respiro natural para mitigar el calor. Los expertos advierten que la sequía prolongada en la región podría empeorar las condiciones, afectando tanto a la población como a los recursos hídricos.
Los habitantes han adaptado sus rutinas para sobrellevar el calor. Muchos optan por permanecer en lugares frescos, como centros comerciales o sus hogares, mientras que los ventiladores y aires acondicionados trabajan a máxima capacidad.
Las autoridades de Protección Civil han insistido en la importancia de mantenerse hidratado. Beber agua constantemente, incluso sin sentir sed, es crucial para prevenir golpes de calor o deshidratación, especialmente en niños y adultos mayores.
El sector salud también ha reforzado las medidas preventivas. Se recomienda usar ropa ligera de colores claros, aplicar protector solar y evitar actividades físicas intensas al aire libre durante las horas más calurosas.
El impacto del calor no solo afecta a las personas, sino también a la infraestructura. Las altas temperaturas han incrementado el consumo eléctrico, poniendo presión sobre la red de suministro en la ciudad.
Ante este panorama, los ciudadanos esperan que las autoridades implementen medidas adicionales, como la apertura de refugios climatizados o la distribución de agua en zonas vulnerables, para aliviar los efectos de esta ola de calor.
La comunidad científica señala que estas temperaturas extremas son un reflejo del cambio climático. Los patrones climáticos cada vez más erráticos podrían hacer que estos eventos sean más frecuentes en el futuro.
Por ahora, la ciudad se prepara para enfrentar el calor con precaución y paciencia, mientras el termómetro sigue marcando cifras que desafían la resistencia de todos.

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Calor sofocante azota la ciudad con temperaturas de hasta 37°C
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