En un hecho que marca un hito en el Estado de México, Alberto y Diego celebran este Día del Padre de una manera especial: como padres adoptivos de Ary, una niña que se convirtió en parte de su familia en febrero de este año. La pareja, que lleva una década juntos, logró concretar su sueño de formar un hogar gracias al respaldo del Juzgado Especializado en Procedimientos de Adopción del Poder Judicial del Estado de México.
El camino para llegar a este momento no fue sencillo. Desde 2019, Alberto y Diego comenzaron a planificar su proyecto de vida, que incluía la crianza de un hijo o hija. Tras alcanzar estabilidad profesional y personal, iniciaron el proceso de adopción en 2024, un trámite que requiere paciencia, compromiso y evaluaciones exhaustivas. Su perseverancia rindió frutos cuando, en enero de este año, recibieron la noticia de que serían padres de Ary.
El proceso de adopción en el Estado de México puede tomar entre seis y siete meses. Todo comienza con la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes, donde los aspirantes pasan por evaluaciones médicas, psicológicas y sociales. Si los resultados son favorables, se emite un certificado de idoneidad, paso previo a la sentencia judicial que formaliza la integración del menor a su nueva familia.
Para Alberto y Diego, el encuentro con Ary marcó un antes y un después. Diego describe ese momento como “un pensamiento feliz, de esos que te llevan al país de Nunca Jamás”. La llegada de su hija transformó su rutina, llenándola de juegos, risas y aprendizajes diarios. Aunque reconocen que ser padres no es tarea fácil, ambos coinciden en que la experiencia es profundamente gratificante.
La pareja destaca el apoyo recibido por las instituciones mexiquenses, que hicieron posible la formación de su familia. Sin embargo, también hacen un llamado a quienes deseen adoptar para que se informen y se acerquen a las autoridades correspondientes. Aseguran que, aunque el proceso puede ser largo, el resultado vale la pena al construir lazos familiares sólidos.
En este Día del Padre, Alberto y Diego no solo celebran su rol como padres, sino también la unión legal que les permitió cumplir su sueño. La presencia de Ary en sus vidas les recuerda cada día que el amor y la paciencia pueden hacer realidad incluso los deseos más profundos. Su historia es un ejemplo de cómo el compromiso y el cariño trascienden cualquier barrera.
La adopción homoparental en México ha avanzado en los últimos años, aunque aún enfrenta desafíos. En el Estado de México, casos como el de Alberto y Diego son testimonio de los cambios en la legislación y la apertura de las instituciones para garantizar el derecho a formar una familia, sin importar la orientación sexual de los padres.
La pareja subraya la importancia de que más personas se informen sobre la adopción. En el país, miles de niños y niñas esperan un hogar lleno de amor y cuidados. Para Alberto y Diego, este Día del Padre es más que una fecha en el calendario: es una celebración de la familia que construyeron con esfuerzo, dedicación y un amor inquebrantable.
Esta historia resalta el impacto positivo de las políticas inclusivas en el Estado de México. La labor del Poder Judicial y de las instituciones involucradas permitió que Ary encontrara un hogar donde crecerá rodeada de afecto. La experiencia de esta pareja es una inspiración para quienes buscan formar una familia a través de la adopción.
El Día del Padre de 2025 será inolvidable para Alberto y Diego, quienes, junto a Ary, celebran no solo la paternidad, sino también el inicio de una nueva etapa llena de retos y alegrías. Su historia demuestra que el amor familiar no conoce límites y que, con determinación, es posible construir un hogar lleno de felicidad.

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Una pareja homoparental celebra su primer Día del Padre en el Estado de México tras adoptar a una niña
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