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Tormenta Dalila azota Guerrero: activan Plan DN-III-E ante devastación en Acapulco

La tormenta tropical Dalila ha dejado un rastro de destrucción en Acapulco, Guerrero, obligando a las autoridades a activar el Plan DN-III-E para enfrentar la emergencia. Las intensas lluvias y fuertes vientos han causado estragos en la infraestructura de este destino turístico, uno de los más emblemáticos de México.
En la playa Revolcadero, el impacto de Dalila fue devastador: cinco negocios, incluyendo cuatro restaurantes y una marisquería, colapsaron por el embate del oleaje. Armando Ramírez, un restaurantero local, describió la situación como catastrófica, señalando que el mar socavó las bases de los negocios, destruyendo casi todo a su paso, salvo algunas cocinas.
El gobierno de Guerrero, encabezado por Evelyn Salgado, ha respondido con la activación de 582 refugios temporales para albergar a miles de familias afectadas. Sin embargo, la magnitud de los daños pone en duda la rapidez y eficacia de las medidas tomadas por las autoridades estatales para atender a la población.
La Secretaría de la Defensa Nacional desplegó el Plan DN-III-E, con elementos del Ejército y la Guardia Nacional trabajando en la zona. Su objetivo es auxiliar a los damnificados, despejar vías bloqueadas por deslaves y garantizar la seguridad en las áreas más afectadas. Pero la pregunta persiste: ¿será suficiente este esfuerzo ante la furia de la naturaleza?
Además de los negocios destruidos, Dalila provocó inundaciones, caída de árboles y deslaves en avenidas principales de Acapulco. En la colonia Francisco Villa y la avenida Escénica, los derrumbes de tierra y piedras han complicado la movilidad, aunque, hasta ahora, no se reportan daños a viviendas o vehículos.
El fuerte oleaje también hundió al menos cinco embarcaciones menores utilizadas por pescadores locales. Estos trabajadores ahora enfrentan la incertidumbre de recuperar sus medios de vida, mientras esperan que las condiciones del mar mejoren para intentar rescatar lo poco que queda.
El Servicio Meteorológico Nacional advirtió que las lluvias intensas continuarán en Guerrero, Oaxaca, Michoacán, Jalisco y Colima, con riesgo de desbordamientos de ríos e inundaciones en zonas bajas. Las autoridades han exhortado a la población a mantenerse alerta, pero muchos se preguntan si las medidas preventivas fueron suficientes.
A pesar de que Dalila comenzará a alejarse de las costas mexicanas este domingo, los daños ya están hechos. Acapulco, aún recuperándose de desastres anteriores, enfrenta ahora un nuevo golpe que pone a prueba la resiliencia de sus habitantes y la capacidad del gobierno para responder a la crisis.
La tormenta ha expuesto, una vez más, la vulnerabilidad de las zonas costeras ante fenómenos naturales. Mientras los damnificados intentan reconstruir sus vidas, la atención se centra en si las autoridades estatales y federales podrán coordinarse para evitar que esta tragedia se repita en el futuro.
La población de Guerrero espera respuestas concretas y acciones efectivas, pero el panorama sigue siendo incierto. La tormenta Dalila no solo ha dejado daños materiales, sino también una sensación de fragilidad en una región que lucha por mantenerse a flote.

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