El conflicto entre Irán e Israel escaló a niveles críticos este fin de semana, dejando un saldo devastador de cinco muertos y más de 150 heridos en territorio israelí. Según reportes, Teherán lanzó una serie de misiles balísticos en represalia por ataques previos de Israel contra instalaciones nucleares iraníes.
Los bombardeos iraníes impactaron múltiples ciudades, incluyendo Tel Aviv y Jerusalén, donde las sirenas antiaéreas resonaron durante horas. Videos compartidos en redes sociales muestran explosiones iluminando el cielo nocturno, mientras los sistemas de defensa israelíes intentaban interceptar los proyectiles.
El ejército israelí confirmó que los ataques iraníes comenzaron la noche del viernes, alcanzando al menos siete sitios estratégicos. Entre las víctimas fatales se reportan civiles, incluyendo una mujer y un hombre en un edificio residencial en Tel Aviv. Las autoridades de Israel han pedido a la población permanecer en refugios hasta nuevo aviso.
Por su parte, Irán justificó los ataques como una “respuesta aplastante” a las agresiones israelíes, que dejaron decenas de muertos en Teherán, incluyendo altos mandos militares y científicos nucleares. La tensión entre ambos países ha alcanzado un punto crítico, con advertencias de ambos lados sobre posibles escaladas mayores.
El presidente israelí, Isaac Herzog, calificó el momento como una “encrucijada histórica” para Oriente Medio y llamó a la comunidad internacional a intervenir. Mientras tanto, el primer ministro Benjamín Netanyahu anunció que Israel continuará sus operaciones contra Irán, enfocándose en destruir su capacidad de producir misiles.
En el ámbito internacional, líderes del G7 planean reunirse en Canadá para discutir la crisis. Desde Washington, el presidente Donald Trump advirtió a Irán que cualquier ataque contra intereses estadounidenses enfrentará una respuesta sin precedentes, aunque señaló que aún hay espacio para la diplomacia.
Los mercados globales reaccionaron con nerviosismo, con un alza en los precios del petróleo tras los reportes de que Israel atacó una refinería iraní en el yacimiento de South Pars. Analistas advierten que una guerra prolongada podría desestabilizar aún más la economía mundial.
La comunidad internacional observa con preocupación, mientras los ciudadanos de ambos países enfrentan el miedo y la incertidumbre. Hasta el momento, no hay señales claras de un cese al fuego, y el riesgo de una guerra a gran escala sigue latente.

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Cinco muertos y más de 150 heridos en Israel tras brutal ataque iraní este fin de semana
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