Imagen generada por IA con fines informativos o representativos. Digital Plural se deslinda de cualquier uso o interpretación.

Más de 84 mil menores atrapados en el trabajo infantil en Chihuahua

En el estado de Chihuahua, al menos 84 mil menores de 15 años son víctimas del trabajo infantil, una cifra alarmante que refleja una realidad preocupante para miles de familias. Según datos del Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (Sippina), este problema persiste en la entidad, afectando a una población vulnerable que debería estar en las aulas y no en labores que comprometen su desarrollo.
A pesar de que Chihuahua se encuentra por debajo de la media nacional con una tasa del 10.1 por ciento, tres puntos menos que el promedio del país, la situación no deja de ser grave. Estados como Guerrero lideran la lista con un 24.5 por ciento, pero esto no minimiza la urgencia de atender el problema en la entidad. La pobreza, la falta de acceso a educación de calidad y las desigualdades económicas son factores que perpetúan esta problemática.
El trabajo infantil en México está profundamente ligado a condiciones estructurales que dificultan el progreso social. Según el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), la precariedad laboral y la falta de oportunidades educativas son motores clave que empujan a los menores a trabajar desde edades tempranas. Estas condiciones no solo limitan su desarrollo, sino que los exponen a riesgos físicos y emocionales.
Las comunidades indígenas y rurales son las más afectadas por este fenómeno. La falta de información y los altos niveles de marginación en estas zonas hacen que los menores sean más vulnerables. En muchas ocasiones, la necesidad económica obliga a las familias a involucrar a sus hijos en actividades laborales, perpetuando un ciclo de pobreza que es difícil de romper.
El 12 de junio se conmemoró el Día Mundial Contra el Trabajo Infantil, una fecha que busca visibilizar esta problemática y exigir acciones concretas. En Chihuahua, la conmemoración pone en evidencia la necesidad de fortalecer las políticas públicas y los presupuestos destinados a proteger a la infancia. Sin medidas efectivas, miles de menores seguirán atrapados en esta realidad.
A nivel global, el panorama es igual de desolador. Según datos de organismos internacionales, 250 millones de niños trabajan en el mundo, y más de 150 millones lo hacen en condiciones peligrosas. Estas cifras resaltan la magnitud de un problema que trasciende fronteras y que requiere atención urgente tanto a nivel local como internacional.
En México, la trata de personas es otra sombra que agrava el trabajo infantil. Más de un millón de niños en el mundo son víctimas de este delito, y Chihuahua no está exento de esta problemática. La explotación laboral y otras formas de abuso están presentes en las historias de muchos menores que trabajan para sobrevivir.
La educación es un pilar fundamental para combatir el trabajo infantil, pero las carencias en el sistema educativo mexicano limitan las oportunidades para muchos. La falta de acceso a escuelas de calidad y la pobreza extrema son obstáculos que impiden a los menores salir del ciclo de trabajo forzado. Las autoridades locales y nacionales enfrentan el reto de garantizar que la infancia tenga un futuro digno.
Organizaciones civiles y gubernamentales coinciden en que erradicar el trabajo infantil requiere un esfuerzo conjunto. Incrementar los recursos para programas sociales, mejorar el acceso a la educación y fortalecer la vigilancia en las comunidades más vulnerables son pasos esenciales para cambiar esta realidad.
La situación en Chihuahua es un reflejo de los desafíos estructurales que enfrenta México. Mientras las autoridades no prioricen la protección de la infancia, miles de menores seguirán trabajando en lugar de construir un futuro mejor. La lucha contra el trabajo infantil es un compromiso que no puede esperar.

Compartir:

Noticias Relacionadas