Miles de personas abarrotaron las calles del centro de Los Ángeles el pasado sábado para manifestarse en la protesta “No Kings”, un movimiento contra las políticas migratorias del presidente Donald Trump. La marcha, que inicialmente se desarrollaba de manera pacífica, buscaba rechazar las recientes redadas migratorias que han sacudido a la ciudad.
La tensión escaló rápidamente cuando un grupo de manifestantes comenzó a arrojar objetos como piedras, botellas y fuegos artificiales a los agentes policiales. La respuesta de las autoridades fue inmediata y contundente: la policía desplegó gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar a la multitud.
El enfrentamiento se intensificó cerca de un edificio federal que alberga a marines y miembros de la Guardia Nacional. La policía, respaldada por unidades montadas, cargó contra los manifestantes, utilizando tácticas de control de multitudes que incluyeron proyectiles menos letales. Algunos asistentes intentaron resistir, ignorando las órdenes de dispersión.
La situación se tornó caótica cuando los gases lacrimógenos afectaron no solo a los manifestantes, sino también a transeúntes y vendedores ambulantes. Videos captaron a personas corriendo para escapar del humo irritante, mientras otros intentaban devolver los botes de gas hacia los agentes.
Entre los afectados estuvo Luis Carlos Vélez, periodista de Noticias Univision, quien fue impactado por los gases mientras cubría los hechos. Imágenes muestran al reportero en el suelo, intentando protegerse el rostro con un pañuelo, destacando la intensidad del operativo policial.
La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, impuso un toque de queda a partir de las 8 de la noche en un área de 2.6 kilómetros cuadrados del centro de la ciudad. Esta medida buscaba contener los disturbios y evitar nuevos enfrentamientos en las calles.
El sheriff del condado, Robert Luna, confirmó que al menos un caballo de la unidad montada resultó herido. Hasta el momento, las autoridades no han precisado el número de detenidos, aunque se reportaron al menos tres arrestos cerca del lugar donde se emitió la orden de dispersión.
La protesta “No Kings” coincidió con el 79 cumpleaños de Trump y el Día de la Bandera, en un contexto de creciente rechazo a las redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Estas operaciones, que comenzaron el viernes previo, han generado movilizaciones en todo Estados Unidos.
Organizaciones de inmigrantes y sindicatos han convocado a más marchas en los próximos días, mientras la batalla legal entre California y la administración Trump continúa. La presencia de la Guardia Nacional y marines en la ciudad ha elevado aún más la tensión.
La jornada dejó imágenes impactantes de enfrentamientos, humo y caos, reflejando la profunda polarización en torno a las políticas migratorias. Los Ángeles, epicentro de estas movilizaciones, sigue siendo un punto clave en la lucha por los derechos de los inmigrantes.