En el municipio de Guerrero, Chihuahua, se han intensificado los esfuerzos para aliviar los estragos de la sequía que azota la región. La Gobernadora Maru Campos, en coordinación con autoridades municipales y seccionales, ha impulsado la entrega de apoyos alimentarios a cientos de familias afectadas en zonas rurales.
El alcalde Salvador Villa, conocido como “Chava Villa”, encabezó personalmente la distribución de maíz, frijol y otros insumos esenciales. Esta acción busca mitigar el impacto de la falta de lluvias, que ha golpeado duramente a las comunidades agrícolas y ganaderas del estado.
Durante una intensa semana de trabajo, Villa recorrió comunidades como Pedernales, Cojahuachi, Ataros, Km 54, Rejoyochi y Pichachic. En cada lugar, se entregaron provisiones para apoyar a las familias que enfrentan dificultades para acceder a alimentos debido a la crisis hídrica.
El viernes, la entrega se llevó a cabo en Rancho Blanco, donde se beneficiaron comunidades cercanas como El Nogal, Los Robles, El Salto, El Alamito, Cebollas, El Manzano, La Aurora y Arroyo Ancho. Cientos de familias recibieron los apoyos, lo que representa un alivio inmediato para estas zonas vulnerables.
La sequía en Chihuahua ha sido implacable, con el 100% del estado afectado por condiciones severas, extremas o excepcionales, según reportes de la Comisión Nacional del Agua. Esto ha dejado a los productores agrícolas y ganaderos en una situación crítica, con miles de hectáreas sin sembrar y pérdidas significativas.
A pesar de los esfuerzos del gobierno estatal, que ha invertido mil millones de pesos en infraestructura hídrica y apoyos directos, la magnitud de la crisis supera los recursos disponibles. La falta de lluvias generalizadas y el bajo nivel de las presas han llevado a la cancelación del ciclo agrícola 2025 en la entidad.
Las autoridades locales y estatales han trabajado de la mano para llegar a las comunidades más apartadas. La colaboración entre el DIF Estatal, la Secretaría de Pueblos y Comunidades Indígenas y la presidencia municipal ha permitido distribuir toneladas de alimentos en lugares como Tomochi y Rancho Blanco.
Sin embargo, la situación sigue siendo alarmante. La sequía no solo afecta la producción de alimentos, sino también el acceso al agua potable, un derecho constitucional que enfrenta serios desafíos en Chihuahua. Las lluvias recientes han dado un respiro, pero no son suficientes para revertir el daño.
El compromiso de las autoridades es continuar con estas entregas para cubrir las necesidades más urgentes. Villa aseguró que seguirán trabajando a marchas forzadas para que los apoyos lleguen a cada rincón del municipio, uno de los más extensos y afectados de la región.
La crisis hídrica en Chihuahua es un recordatorio de la necesidad de estrategias a largo plazo. Mientras tanto, estas acciones inmediatas buscan dar un alivio a las familias que luchan por sobrevivir en un contexto de adversidad climática.