En un golpe sin precedentes, Israel confirmó haber eliminado a nueve científicos de alto rango vinculados al programa nuclear de Irán. Los ataques, ejecutados en la madrugada del viernes, tuvieron como blanco instalaciones clave en Teherán, según informes del ejército israelí. Este movimiento intensifica el conflicto entre ambas naciones, marcando un punto crítico en la región.
Teherán, por su parte, reportó una tragedia devastadora: al menos 60 personas murieron en un bombardeo israelí contra un edificio residencial en la capital iraní. Entre las víctimas se encuentran civiles y personal militar, lo que ha generado una fuerte condena por parte de las autoridades iraníes. El gobierno de Irán calificó el ataque como un acto de agresión contra su soberanía.
Los ataques israelíes, parte de la operación “León Naciente”, también alcanzaron el aeropuerto de Mehrabad y otras infraestructuras estratégicas. Imágenes difundidas muestran columnas de humo y edificios dañados, reflejando la magnitud de la ofensiva. Irán cerró su espacio aéreo tras los bombardeos, mientras Israel hizo lo propio en respuesta a posibles represalias.
Entre los fallecidos en los ataques se encuentra Hossein Salami, jefe del Estado Mayor de la Guardia Revolucionaria iraní, una pérdida significativa para la cúpula militar del país. Otros altos mandos de la Guardia Revolucionaria también habrían sido eliminados, según reportes de medios israelíes. Este hecho podría debilitar aún más la estructura de defensa iraní.
Irán advirtió a Estados Unidos, a través de la embajadora suiza en Teherán, que cualquier apoyo militar a Israel tendrá graves consecuencias. El gobierno iraní señaló que los ataques no habrían sido posibles sin la cooperación o aprobación tácita de Washington, elevando las tensiones diplomáticas en la región.
A pesar de los daños reportados, la Organización para la Energía Atómica de Irán aseguró que las instalaciones nucleares de Natanz y Fordo no sufrieron daños significativos ni contaminación radiactiva. Sin embargo, la pérdida de científicos clave representa un duro golpe para el programa nuclear iraní, que ha sido objeto de controversia durante décadas.
En respuesta, Irán lanzó una serie de misiles contra Israel, impactando zonas residenciales en Tel Aviv y Ramat Gan. Al menos tres personas murieron y 80 resultaron heridas, según medios israelíes. Este intercambio de ataques ha desatado temores de una escalada mayor que podría desestabilizar aún más a Medio Oriente.
El líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, prometió una respuesta contundente si Israel continúa su ofensiva. Mientras tanto, la comunidad internacional, incluyendo al secretario general de la ONU, António Guterres, ha hecho un llamado a la contención para evitar una guerra abierta en la región.
La situación sigue siendo volátil, con ambos países en alerta máxima. Las próximas horas serán cruciales para determinar si este conflicto se transforma en una confrontación a gran escala o si la diplomacia logra frenar la escalada.