El gobierno federal de Claudia Sheinbaum ha desplegado un nuevo contingente de más de mil elementos del Ejército Mexicano a Sinaloa, acompañado por 400 agentes de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), según informó el titular de la dependencia, Omar García Harfuch. Este movimiento responde a la creciente ola de violencia que azota al estado, pero las críticas no se han hecho esperar, pues muchos cuestionan si esta estrategia realmente logrará frenar la inseguridad.
La decisión de reforzar la presencia militar en Sinaloa llega en un contexto de enfrentamientos entre facciones del Cártel de Sinaloa, que han dejado un saldo de cientos de homicidios y desaparecidos desde septiembre de 2024. La guerra entre “Los Chapitos” y “La Mayiza” ha sumido a Culiacán y otras regiones en un caos que el gobierno federal parece incapaz de controlar, a pesar de los operativos anunciados con bombo y platillo.
Omar García Harfuch, uno de los hombres clave en la estrategia de seguridad de Morena, aseguró que el objetivo es “construir la paz” en Sinaloa. Sin embargo, los resultados hasta ahora son desalentadores: solo en los últimos meses, se han reportado más de 800 asesinatos en el estado, además de un número alarmante de secuestros y desapariciones. La ciudadanía se pregunta si este nuevo despliegue será suficiente o si se trata de otra medida más para aparentar acción.
El envío de tropas no es nuevo. Desde octubre del año pasado, el gobierno de Sheinbaum ha incrementado la presencia de fuerzas federales en la entidad, pero los índices delictivos no han disminuido significativamente. La promesa de Harfuch de instalar más cámaras de vigilancia y reforzar la inteligencia policial suena bien, pero los sinaloenses exigen resultados concretos, no solo discursos.
El gobernador Rubén Rocha Moya, aliado de Morena, se reunió con Harfuch y el secretario de la Defensa Nacional, Ricardo Trevilla, para coordinar estas acciones. Rocha Moya destacó que se priorizarán “polígonos específicos” para reducir los delitos de alto impacto, pero evitó dar detalles sobre cómo se logrará esto. La falta de claridad en la estrategia ha generado escepticismo entre la población.
Mientras tanto, la violencia en Sinaloa no da tregua. Los enfrentamientos armados, los asesinatos selectivos y los ataques a elementos de seguridad son el pan de cada día. La ciudadanía vive con miedo, y muchos consideran que el gobierno federal está más enfocado en mostrar músculo que en atacar las raíces del problema, como la corrupción y la impunidad.
Críticos del gobierno de Sheinbaum señalan que el envío masivo de militares no aborda las causas estructurales de la inseguridad, como la pobreza, la falta de oportunidades y la colusión entre autoridades y el crimen organizado. En lugar de una estrategia integral, acusan, se opta por medidas reactivas que no han dado resultados en el pasado.
La situación en Sinaloa es un reflejo de los retos que enfrenta el gobierno de Morena en materia de seguridad. A pesar de las promesas de cambio, la violencia sigue siendo una constante en varias regiones del país. Mientras Harfuch y Trevilla recorren las calles de Culiacán custodiados por convoyes militares, los sinaloenses se preguntan si alguna vez regresará la tranquilidad a su estado.

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¡Escándalo en Sinaloa! Gobierno de Sheinbaum envía miles de soldados mientras la violencia no cede
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