Esta madrugada, un macabro hallazgo estremeció a los habitantes de Chihuahua. Dos hombres fueron encontrados colgados en un puente del Libramiento a Santa Teresa, en la carretera Panamericana que conecta Chihuahua con Ciudad Juárez. La escena, cargada de violencia, ha desatado temor entre la población.
Junto a los cuerpos, una camioneta Dodge Nitro negra, con placas de Durango FYZ731C, fue abandonada. En el cristal frontal del vehículo, los responsables dejaron una cartulina con un mensaje dirigido a un tal “El Arqui”. El texto, según fuentes locales, acusaba a las víctimas de ser “huachicoleros” y “cristaleros”, términos ligados al robo de combustible y la venta de drogas.
El hecho ocurrió metros adelante de la ermita a San Lorenzo, un punto conocido de la carretera. Los cuerpos, suspendidos en el puente, fueron descubiertos por automovilistas que transitaban la zona durante las primeras horas del día. La imagen desató pánico y especulaciones entre los testigos.
La presencia de la camioneta con placas de Durango ha levantado preguntas. Las autoridades aún no confirman si el vehículo pertenece a las víctimas o si fue utilizado por los responsables del crimen. Lo que sí es claro es que el narcomensaje busca enviar una advertencia en el contexto de la lucha entre grupos criminales.
La Fiscalía del Estado de Chihuahua ya inició las investigaciones correspondientes. Elementos de la policía estatal y peritos acudieron al lugar para recabar evidencias y trasladar los cuerpos al Servicio Médico Forense. Hasta el momento, no se ha identificado a las víctimas ni se han reportado detenciones.
Este acto de violencia se suma a una ola de inseguridad que azota al estado. Los habitantes de Chihuahua exigen respuestas y acciones concretas para frenar estos hechos que mantienen a las comunidades en zozobra. La impunidad parece ser la constante en casos como este.
La carretera Panamericana, una de las principales vías de comunicación en el norte del país, se ha convertido en escenario recurrente de este tipo de crímenes. La falta de vigilancia y la audacia de los grupos criminales han transformado esta ruta en un corredor de miedo para los viajeros.
Mientras las autoridades trabajan en el caso, la población se pregunta hasta cuándo continuarán estos episodios de terror. La brutalidad de este crimen refleja la gravedad de la situación que vive Chihuahua, donde la violencia parece no dar tregua.