El caso del pequeño Mateo, el menor de 12 años brutalmente asesinado en León, Guanajuato, sigue generando indignación. Christian Jafet, el médico señalado como responsable de su desaparición, violación y homicidio, ha solicitado un nuevo amparo para evitar que se le realicen exámenes de ADN. Este movimiento legal ha desatado la furia de la familia y de la sociedad que exige justicia.
El 4 de febrero de 2025, Mateo salió de su secundaria en la colonia Las Mandarinas y nunca regresó a casa. Según las investigaciones, el menor fue visto por última vez en el consultorio de Christian Jafet, ubicado en el bulevar Manuel de Austri. Cámaras de seguridad captaron al niño entrando al lugar, lo que llevó a las autoridades a centrarse en el médico como principal sospechoso.
Tres días después, el 7 de febrero, la policía acudió al domicilio de Christian Jafet para interrogarlo. Al llegar, los oficiales escucharon disparos y encontraron al acusado con heridas de bala autoinfligidas en el pecho y la cabeza. En ese momento, el médico confesó el crimen y reveló la ubicación del cuerpo de Mateo, abandonado en un terreno baldío en la carretera León-Lagos de Moreno, en Jalisco.
Christian Jafet enfrenta cargos por desaparición forzada, homicidio calificado y violación. Sin embargo, su defensa ha presentado múltiples recursos legales para retrasar el proceso. En mayo, intentó que el acusado llevara el juicio en libertad, pero el amparo fue rechazado. Ahora, la solicitud para evitar la prueba de ADN ha encendido las alarmas entre los familiares de la víctima.
La defensa de Christian Jafet argumenta que la toma de muestras de ADN, que se realizaría en los carrillos bucales, viola sus derechos humanos, su derecho a un juicio justo y la protección de sus datos personales. Este segundo amparo busca frenar una prueba clave que podría confirmar la violación del menor, según el dictamen de un médico legista.
Mariano Valdivia, asesor jurídico de la familia de Mateo, señaló que este nuevo recurso es un intento más por obstaculizar la justicia. La familia, devastada por la pérdida, ha expresado su frustración ante las maniobras legales del acusado, que parecen diseñadas para evadir responsabilidades.
El caso ha movilizado a la ciudad de León. Durante la búsqueda de Mateo, cientos de ciudadanos se unieron para recorrer colonias, cerros y terrenos baldíos. La tragedia ha dejado una marca imborrable en la comunidad, que sigue exigiendo que se castigue con todo el peso de la ley al responsable de este crimen atroz.
La audiencia para resolver el amparo está pendiente, mientras la Fiscalía General del Estado prepara una estrategia para contrarrestar los argumentos de la defensa. Si Christian Jafet resulta culpable, podría enfrentar hasta 127 años de prisión por los delitos que se le imputan.
La falta de avances concretos en el caso ha reavivado el debate sobre la inseguridad en Guanajuato. La ciudadanía cuestiona la efectividad de las autoridades para garantizar justicia en crímenes tan graves, especialmente cuando afectan a menores de edad.
El asesinato de Mateo no solo es una tragedia familiar, sino un recordatorio de la violencia que azota al país. La sociedad leonesa, unida en el dolor, espera que este nuevo amparo no sea un obstáculo más en el camino hacia la verdad y la justicia.

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NUEVO GIRO EN EL CASO MATEO: PRESUNTO ASESINO BUSCA EVADIR PRUEBA DE ADN
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