La presidenta Claudia Sheinbaum y la gobernadora Delfina Gómez han dado el banderazo inicial al programa Salud Casa por Casa en el Estado de México, un proyecto que promete llevar atención médica gratuita a los hogares de los más vulnerables. Este esquema, impulsado por el gobierno federal y la Secretaría de Bienestar, arrancó oficialmente el 12 de junio de 2025, con el objetivo de atender a 1.8 millones de personas adultas mayores y con discapacidad en la entidad.
El programa, presentado con gran pompa, asegura que 1,400 médicos y enfermeras visitarán los domicilios de los beneficiarios de las Pensiones del Bienestar. Según las autoridades, estas visitas incluirán revisiones de signos vitales, curaciones, prescripción de medicamentos y hasta estudios médicos básicos. La meta es ambiciosa: garantizar atención médica directa a quienes más lo necesitan, sin que tengan que salir de sus hogares.
Sin embargo, no todo es tan claro como lo pintan. El programa depende de un censo realizado entre octubre y diciembre de 2024, que levantó información sobre el estado de salud y las condiciones socioeconómicas de millones de mexiquenses. Aunque el gobierno asegura que este censo fue exhaustivo, no se han dado detalles sobre cómo se seleccionaron los beneficiarios ni cómo se garantizará que las visitas lleguen a las comunidades más alejadas.
Otro punto que genera dudas es la contratación de los 1,400 profesionales de la salud. Desde octubre del año pasado, se abrió una convocatoria para médicos y enfermeras, pero no se ha transparentado cuántos de estos puestos fueron cubiertos ni bajo qué condiciones laborales operarán. La falta de claridad en este aspecto levanta sospechas sobre la viabilidad de un programa de tal magnitud en un estado con 125 municipios.
El gobierno de Morena, tanto a nivel federal como estatal, ha puesto especial énfasis en promover Salud Casa por Casa como un pilar de su estrategia de bienestar. Sin embargo, la implementación real será el verdadero desafío. En el pasado, programas similares han enfrentado problemas logísticos, desde la falta de personal hasta la distribución desigual de recursos, dejando a muchas comunidades sin los beneficios prometidos.
Además, la presidenta Sheinbaum anunció que el programa se complementará con las Farmacias del Bienestar, que comenzarán a operar en agosto de 2025 en el Estado de México. Estas farmacias, ubicadas junto a centros de salud o tiendas del Bienestar, prometen surtir recetas para enfermedades como diabetes o hipertensión. Pero, de nuevo, no se ha especificado cómo se asegurará el abasto de medicamentos ni si habrá un nuevo registro para acceder a este beneficio.
En el Estado de México, donde la pobreza y la marginación son una realidad para millones, la expectativa por Salud Casa por Casa es alta. Sin embargo, los mexiquenses ya han visto promesas similares que no se cumplen. La administración de Delfina Gómez, alineada con Morena, enfrenta el reto de demostrar que este programa no es solo un eslogan más para ganar simpatías políticas.
El tiempo dirá si Salud Casa por Casa realmente transforma la vida de los más vulnerables o si se queda en un anuncio rimbombante. Por ahora, los habitantes del Estado de México esperan resultados concretos, mientras el gobierno insiste en que este programa será un modelo a seguir a nivel mundial. La pregunta sigue en el aire: ¿es esta una solución real o solo otra estrategia para mantener el control político?

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Salud Casa por Casa en Edomex: ¿Promesa Real o Más Propaganda del Gobierno?
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