Un aguacero intenso acompañado de granizo sorprendió este jueves a los habitantes de Bocoyna y Creel, en la Sierra Tarahumara de Chihuahua. Las precipitaciones, aunque bienvenidas, provocaron inundaciones en varias calles de la región.
La Coordinación Estatal de Protección Civil confirmó que la lluvia y el granizo cayeron en diversos puntos de la sierra. Este fenómeno natural ayudó a mitigar los incendios forestales que han azotado la zona en las últimas semanas.
Los incendios en Bocoyna han sido un dolor de cabeza para las autoridades. Uno de los siniestros, en el ejido San José de Guacayvo, ha consumido 124 hectáreas, con solo un 70 por ciento de control hasta el momento.
Las fuertes lluvias dieron un respiro a los brigadistas que combaten el fuego. Sin embargo, las inundaciones generadas por el aguacero complicaron la situación en Creel, un destino turístico clave.
Algunas calles de Creel quedaron anegadas, dificultando el tránsito. Pobladores captaron en videos y fotos el impacto de las precipitaciones, mientras otros buscaron refugio para protegerse.
La Protección Civil estatal exhortó a la población a evitar zonas de riesgo, como cauces de ríos y arroyos. También recomendó reducir la velocidad al conducir y encender las luces en carretera.
Las autoridades pidieron mantenerse atentos a los avisos oficiales. Las condiciones climáticas en la sierra pueden cambiar rápidamente, lo que aumenta los riesgos para los conductores y peatones.
En lo que va de 2025, Chihuahua ha enfrentado 507 incendios forestales, que han arrasado más de 168 mil hectáreas. La lluvia reciente es un alivio, pero la recuperación de los bosques llevará tiempo.
La Sierra Tarahumara sigue siendo una región vulnerable. Aunque el aguacero ayudó a controlar los incendios, las inundaciones recordaron los desafíos que enfrenta esta zona ante el clima extremo.