La noche del 12 de junio, Ixtapaluca se convirtió en un escenario de caos debido a las intensas lluvias que azotaron el municipio del Estado de México. Las precipitaciones, acompañadas de fuertes vientos y granizo, dejaron calles anegadas, viviendas afectadas y una población vulnerable ante la fuerza de la naturaleza. Colonias como Santa Bárbara y Paseo de las Colinas sufrieron las peores consecuencias, con niveles de agua que superaron los 50 centímetros en varias zonas.
El gobierno municipal de Ixtapaluca, encabezado por Morena, enfrentó una crisis que puso a prueba su capacidad de respuesta. Las autoridades locales desplegaron al personal de Protección Civil, Seguridad Pública y el organismo de agua potable (ODAPAS) para atender la emergencia. Sin embargo, la magnitud de las inundaciones desbordó los esfuerzos iniciales, dejando a los habitantes lidiando con el agua que ingresó a sus hogares y comercios.
Un incidente que agravó la situación fue la caída de un rayo en una subestación eléctrica, lo que dejó sin luz a varias colonias. Este evento no solo complicó las labores de rescate, sino que generó temor entre los mexiquenses, quienes enfrentaron la oscuridad en medio de las inundaciones. Afortunadamente, no se reportaron víctimas fatales, pero los daños materiales fueron significativos.
Las principales vialidades de Ixtapaluca, como la autopista México-Puebla, colapsaron bajo el peso del agua y el granizo acumulado. Los automovilistas quedaron atrapados durante horas, enfrentando retrasos y condiciones peligrosas. En el centro comercial Galerías, el agua inundó las instalaciones, afectando negocios y generando pérdidas económicas para los comerciantes.
La respuesta del gobierno municipal ha sido cuestionada por los habitantes, quienes señalan la falta de mantenimiento en los sistemas de drenaje como una de las causas principales del desastre. La basura acumulada en los canales de desagüe obstruyó el flujo del agua, agravando las inundaciones en las zonas más vulnerables del municipio.
Personal de ODAPAS y Protección Civil trabajó durante la noche para desazolvar los drenajes y retirar escombros, pero las labores se complicaron por la intensidad de la lluvia. La Comisión del Agua del Estado de México activó el Protocolo de Operación Conjunta, coordinando esfuerzos con el municipio para mitigar los daños. Sin embargo, los mexiquenses afectados exigen soluciones permanentes para evitar que estas tragedias se repitan.
La situación en Ixtapaluca no es un caso aislado. Otros municipios del Estado de México, como Chalco, Valle de Chalco y Los Reyes La Paz, también han enfrentado inundaciones severas en las últimas semanas. Las lluvias intensas, combinadas con la falta de infraestructura adecuada, han expuesto la vulnerabilidad de la región ante fenómenos climáticos extremos.
Los habitantes de Ixtapaluca han comenzado a organizarse para limpiar sus hogares y calles, pero la frustración crece ante la percepción de una respuesta lenta por parte de las autoridades. La noche del 12 de junio dejó en claro que la preparación para la temporada de lluvias sigue siendo insuficiente en este municipio gobernado por Morena.
A medida que el agua comienza a retroceder, los mexiquenses enfrentan el desafío de recuperar sus pertenencias y reconstruir lo perdido. Las imágenes de calles convertidas en ríos y casas inundadas son un recordatorio de la urgencia de mejorar la infraestructura urbana. Ixtapaluca, como muchos otros municipios, necesita acciones concretas para enfrentar los retos de un clima cada vez más impredecible.