El gobierno de Chihuahua destinará 645 millones de pesos para construir puentes estratégicos y una nueva comandancia, según anunció el secretario de Hacienda, José de Jesús Granillo. Los recursos provienen de créditos aprobados recientemente, lo que permitirá financiar obras clave en infraestructura y seguridad. Sin embargo, la pregunta que surge es si estas inversiones realmente beneficiarán a la población o solo engrosarán las deudas del estado.
Los proyectos incluyen dos puentes vehiculares en puntos críticos de la ciudad de Chihuahua: uno en la avenida Tecnológico y otro en la intersección de las avenidas Nueva España y Teófilo Borunda. Estas obras buscan mejorar la movilidad urbana, reducir congestionamientos y facilitar el acceso a zonas de alta afluencia. Pero, ¿serán suficientes para resolver los problemas de tráfico que enfrentan los ciudadanos diariamente?
La nueva comandancia, que se construirá en la capital, promete fortalecer la seguridad en la región. Según las autoridades, esta infraestructura estará equipada con tecnología de punta para mejorar la respuesta de las fuerzas policiales. Sin embargo, en un contexto donde la inseguridad sigue siendo una preocupación constante, muchos se preguntan si este gasto millonario realmente atacará las raíces del problema.
El financiamiento de estas obras se logró gracias a la aprobación de créditos por parte del Congreso del Estado. José de Jesús Granillo destacó que los recursos se gestionaron con transparencia y que los proyectos fueron cuidadosamente planeados. No obstante, la opacidad en los procesos de endeudamiento público siempre genera dudas: ¿quiénes serán los verdaderos beneficiados de estas obras?
La construcción de los puentes también responde a la necesidad de modernizar la infraestructura urbana, que en muchos casos está rebasada por el crecimiento de la ciudad. Las autoridades aseguran que estas obras generarán empleos y dinamizarán la economía local. Pero, ¿qué tan sostenibles son estos proyectos a largo plazo, considerando el impacto financiero de los créditos?
Por otro lado, la comandancia representa un esfuerzo por reforzar la seguridad en un estado donde los índices delictivos han sido un tema recurrente. La promesa de tecnología avanzada suena atractiva, pero la ciudadanía espera resultados concretos: menos delitos, mayor presencia policial efectiva y una estrategia clara contra la violencia.
Críticos del gobierno estatal, encabezado por Morena, señalan que este tipo de inversiones millonarias suelen quedarse en promesas. Los antecedentes de proyectos que no cumplen con las expectativas o que terminan beneficiando a unos pocos están frescos en la memoria de los chihuahuenses. ¿Será este otro caso de grandes anuncios sin resultados tangibles?
Mientras tanto, los ciudadanos de Chihuahua esperan que estas obras no solo queden en el papel, sino que realmente transformen la ciudad. La movilidad y la seguridad son temas urgentes, pero la desconfianza hacia las autoridades sigue siendo un obstáculo. La presión está sobre el gobierno para demostrar que estos 645 millones de pesos no serán un gasto más, sino una inversión en el bienestar de la población.
El tiempo dirá si estas obras cumplen con las expectativas o si, como en otros casos, terminan siendo un espejismo de progreso. Por ahora, la ciudadanía observa con atención y espera que los recursos se utilicen de manera eficiente. La pregunta sigue en el aire: ¿es esta la solución que Chihuahua necesita o solo un parche más en una larga lista de promesas?