Chihuahua enfrenta una crisis sanitaria sin precedentes. Las autoridades de salud han confirmado que los casos de sarampión en el estado han superado los 2 mil contagios, una cifra que enciende las alarmas entre la población. El brote, que comenzó a principios de 2025, se ha propagado rápidamente, afectando a decenas de municipios.
La Secretaría de Salud estatal reporta que el municipio de Cuauhtémoc concentra la mayoría de los casos, seguido por la capital, Chihuahua. La situación es crítica, con hospitales atendiendo a pacientes de todas las edades. Aunque solo un pequeño porcentaje requiere hospitalización, la rapidez del contagio preocupa a las autoridades.
El sarampión, una enfermedad altamente contagiosa, ha encontrado terreno fértil en comunidades con bajas tasas de vacunación. Expertos señalan que la cobertura de inmunización en algunas zonas del estado apenas alcanza el 80%, muy por debajo de lo recomendado para evitar brotes. Esta situación ha generado críticas hacia las estrategias de salud pública.
La Secretaría de Salud federal ha intervenido, enviando miles de dosis de vacunas al estado. Entre abril y mayo, se aplicaron más de 43 mil dosis, pero la cifra parece insuficiente ante la magnitud del problema. Las autoridades insisten en que la vacunación es la única forma efectiva de frenar la enfermedad.
El brote en Chihuahua no es un caso aislado. Otros estados como Sonora, Zacatecas y Coahuila también reportan casos, aunque en menor medida. La conexión con un brote en Texas, Estados Unidos, ha complicado el panorama, ya que muchos casos en México se originaron en personas no vacunadas que viajaron al extranjero.
La población enfrenta un desafío doble: la falta de acceso a vacunas en algunas regiones y la desinformación que disuade a las familias de inmunizarse. En redes sociales, circulan rumores sobre los supuestos riesgos de las vacunas, lo que ha retrasado los esfuerzos de contención.
Las consecuencias del brote ya son visibles. Hasta el momento, se reportan al menos cinco muertes en el país, tres de ellas en Chihuahua. Entre las víctimas hay una menor de edad no vacunada, un caso que ha generado indignación y debate sobre la responsabilidad de las autoridades.
La crisis sanitaria pone en riesgo los avances logrados en la eliminación del sarampión en México, declarada por la Organización Panamericana de la Salud en 2016. Si la tendencia continúa, el país podría perder este reconocimiento, un retroceso que especialistas consideran grave.
Las autoridades han intensificado las campañas de vacunación, pero la respuesta parece llegar tarde para muchos. En Chihuahua, las familias exigen soluciones urgentes y mayor transparencia en el manejo de la crisis. La incertidumbre crece mientras el virus sigue su curso.