En el reciente proceso electoral en Chihuahua, una figura desconocida ha sacudido el panorama judicial. Karina Ivonne Castañeda Carreón, una joven que parece haber aparecido de la nada, logró una hazaña que tiene a todos boquiabiertos: obtuvo 73,554 votos para convertirse en magistrada, colocándose en el quinto lugar de las preferencias. Pero, ¿quién es ella? Nadie parece saberlo.
Karina Ivonne no figuraba en las listas del Bienestar, ni en las de Juárez, ni en las de la Casa de la Cantera. Su nombre es un misterio incluso para los más enterados en los círculos judiciales. A pesar de esto, sus votos la posicionan como una candidata fuerte para ocupar una Sala en el Poder Judicial. La pregunta que todos se hacen es: ¿de dónde salieron esos sufragios?
El proceso electoral no estuvo exento de irregularidades. Un apagón de diez horas en el Instituto Estatal Electoral (IEE) durante la captura de resultados ha levantado sospechas. Algunos sugieren que este incidente podría estar relacionado con el inesperado ascenso de Karina Ivonne. La falta de transparencia en el conteo ha generado desconfianza entre los analistas.
El avance en los cómputos, según el IEE, muestra un 95.12% en el caso de las magistraturas al corte del 10 de junio. Sin embargo, el caso de Karina Ivonne sigue siendo el centro de atención. Su candidatura, impulsada desde una misteriosa Sala, no tiene un origen claro, y las boletas electorales no parecen respaldar su abultada votación.
En los corrillos judiciales, el tema es la comidilla del día. La joven magistrada ha generado un torbellino de especulaciones. Algunos hablan de una posible manipulación, mientras que otros simplemente no entienden cómo una desconocida pudo obtener tal apoyo. La opacidad del proceso ha dejado más preguntas que respuestas.
Otro punto que ha causado revuelo es la participación de figuras ligadas a Morena en el proceso. Se rumora que operadores políticos como Yanko Durán y Adela Jiménez podrían estar detrás de maniobras para favorecer a ciertos candidatos. Estas acusaciones, aunque no confirmadas, alimentan las dudas sobre la limpieza de la elección.
Mientras tanto, en Ciudad Juárez, candidatos a jueces y magistrados denuncian presiones. José Luis Contreras y Marino Torres Chuca, ligados a Juan Carlos Loera de la Rosa, habrían ofrecido apoyo a cambio de sumas millonarias. Ambos tienen un historial turbio, con denuncias por acoso y manejos cuestionables en instituciones públicas.
El caso de Karina Ivonne no es el único que genera controversia. Acusaciones contra jueces como Sabela Patricia Asiain, señalada por favorecer a un presunto agresor, y Roberto Alcoverde, criticado por absolver a imputados ligados al narcotráfico, han puesto al Poder Judicial bajo el escrutinio público.
La elección judicial en Chihuahua está lejos de ser un ejemplo de claridad. Los votantes, los candidatos y los ciudadanos en general merecen respuestas. Por ahora, la magia de los votos de Karina Ivonne sigue siendo un enigma que nadie logra descifrar.
El proceso electoral extraordinario de 2024-2025 en Chihuahua ha dejado en evidencia las fallas de un sistema que debería ser transparente. La historia de esta joven magistrada, surgida de las sombras, es solo una pieza más de un rompecabezas que parece diseñado para confundir.