El programa está diseñado para mujeres mexiquenses que no reciben otros apoyos sociales y residen en alguno de los 125 municipios del estado. Para muchas, la posibilidad de un ingreso adicional representa un alivio en medio de las dificultades económicas. No obstante, la burocracia y los requisitos estrictos podrían limitar el acceso a este beneficio para las más necesitadas.
Para solicitar una visita domiciliaria, las interesadas deben acudir al sitio oficial de la Secretaría del Bienestar. Este trámite es crucial para quienes, por motivos de salud o movilidad, no pueden presentarse en los módulos de registro. La dependencia asegura que estas visitas facilitarán la incorporación, pero la falta de claridad en el proceso ha generado críticas entre las solicitantes.
Los requisitos para el registro incluyen identificación oficial vigente, CURP, acta de nacimiento, comprobante de domicilio reciente y un número de contacto. Además, las solicitantes deben llenar el Formato Único de Bienestar, un documento que ha sido señalado por su complejidad. La Secretaría promete un trámite sencillo, pero la realidad parece ser otra para muchas mujeres.
El programa prioriza a mujeres de 63 y 64 años en esta primera etapa, dejando fuera, por ahora, a las de 60 a 62 años, quienes deberán esperar hasta agosto de 2025 para inscribirse. Esta exclusión temporal ha causado descontento, ya que muchas esperaban un apoyo inmediato. La promesa de una incorporación gradual suena ambiciosa, pero la lentitud del proceso despierta escepticismo.
Otro punto que genera inquietud es la entrega de las tarjetas del Banco del Bienestar. Las beneficiarias que se registraron en octubre y noviembre de 2024 ya están recibiendo sus plásticos, pero los retrasos en las notificaciones y la falta de módulos en algunos municipios complican el acceso. La Secretaría del Bienestar asegura que los pagos llegarán 15 días después de la entrega de la tarjeta, pero no todos confían en esta puntualidad.
La administración de Claudia Sheinbaum ha destacado la Pensión Mujeres Bienestar como una herramienta para reconocer el trabajo no remunerado de las mujeres, especialmente en labores domésticas y de cuidado. Sin embargo, las beneficiarias cuestionan si los 3 mil pesos bimestrales serán suficientes para impactar realmente en su calidad de vida, dado el aumento constante de los precios.
En el Estado de México, la gestión del programa recae en la Secretaría del Bienestar, encabezada por Ariadna Montiel. Aunque se han instalado módulos de registro en diversos municipios, la organización por letras del apellido para las citas ha sido criticada por su rigidez. Muchas mujeres reportan largas filas y tiempos de espera que dificultan el proceso.
La posibilidad de una visita domiciliaria es un punto a favor para las adultas mayores con dificultades de movilidad. Sin embargo, la información sobre cómo solicitarla no siempre es clara, y el sitio web oficial ha presentado fallos técnicos. Esto pone en duda la capacidad del gobierno para garantizar un acceso equitativo al programa.
En resumen, la Pensión Mujeres Bienestar busca ser un alivio para las mexiquenses, pero los obstáculos burocráticos, la exclusión temporal de ciertos grupos y las dudas sobre la logística de entrega generan incertidumbre. Mientras el gobierno federal presume este programa como un avance, las beneficiarias esperan resultados concretos que realmente transformen su realidad.

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La Secretaría del Bienestar en el Estado de México promete apoyo económico para mujeres, pero ¿cumplirá con las expectativas? El programa Pensión Mujeres Bienestar, impulsado por el gobierno de Claudia Sheinbaum, ha abierto un nuevo periodo de registro en junio de 2025 para mujeres de 63 y 64 años que buscan recibir 3 mil pesos bimestrales. Sin embargo, la implementación de este apoyo genera dudas sobre su eficacia y alcance real.
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