El senador por Jalisco, Carlos Lomelí, ha levantado la voz contra las recientes redadas migratorias en Estados Unidos, calificándolas como un ataque directo a los derechos de los migrantes mexicanos. En un pronunciamiento que busca captar reflectores, Lomelí se solidarizó con los connacionales afectados, asegurando que estas acciones son una muestra de “criminalización” hacia quienes buscan un futuro mejor.
Las redadas, ejecutadas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en ciudades como Los Ángeles, han generado protestas masivas. Lomelí, alineado con la postura de la presidenta Claudia Sheinbaum, insistió en que los migrantes no son criminales, sino trabajadores que sostienen la economía de ambos países. Sin embargo, su discurso no ofrece soluciones concretas más allá de la retórica.
El legislador de Morena aprovechó para respaldar el programa “México te Abraza”, impulsado por Sheinbaum, que promete apoyo a los deportados con medidas como la Tarjeta Bienestar Paisano y acceso a servicios de salud. Pero, ¿es este programa una respuesta real o solo un parche ante la crisis migratoria que se avecina?
En Los Ángeles, la tensión escaló con la llegada de 2 mil elementos de la Guardia Nacional estadounidense, enviados por el presidente Donald Trump para contener las protestas. Lomelí calificó estas movilizaciones como “actos de valentía”, pero no mencionó los reportes de violencia, como la quema de patrullas o agresiones a agentes, que han complicado la situación.
La postura de Lomelí parece más un intento de alinearse con la narrativa de Morena que una crítica fundamentada. Mientras el gobierno mexicano condena las redadas, las acciones diplomáticas no han logrado frenar las detenciones, que ya suman al menos 44 mexicanos en Los Ángeles, según reportes recientes.
El senador también omitió abordar las críticas al programa “México te Abraza”, que algunos consideran insuficiente frente a una posible deportación masiva. Con 11 millones de indocumentados en EU, de los cuales casi la mitad son mexicanos, la estrategia del gobierno parece quedarse corta ante el desafío.
En Jalisco, el gobierno estatal ha respondido con su propio plan, “Jalisco te recibe con los brazos abiertos”, que incluye albergues y servicios de apoyo. Sin embargo, hasta ahora, ninguna de las 431 personas deportadas de Jalisco ha solicitado asistencia, lo que pone en duda la efectividad de estas medidas.
Lomelí, conocido por su historial polémico, incluyendo acusaciones pasadas de vínculos con el crimen organizado, usa este tema para reforzar su imagen como defensor de los migrantes. Pero su silencio sobre los detalles prácticos y los resultados reales del programa federal levanta sospechas sobre sus intenciones.
Mientras tanto, en California, la resistencia crece. Comunidades locales y activistas han salido a las calles, enfrentándose a las autoridades en defensa de los migrantes. La pregunta es si discursos como el de Lomelí realmente aportan a la causa o solo buscan capital político en un momento de crisis.
La situación migratoria sigue siendo un polvorín, y las posturas de figuras como Lomelí no hacen más que avivar el debate. ¿Es esta una lucha genuina por los derechos de los migrantes o una estrategia para mantener a Morena en el centro de la atención?