Amnistía Internacional ha levantado la voz contra lo que califica como una preocupante militarización del control migratorio en Estados Unidos. La organización señaló que las recientes acciones ordenadas por el presidente Donald Trump en Los Ángeles agravan las violaciones a los derechos humanos que ya se venían registrando en el país.
El despliegue de 2,000 soldados de la Guardia Nacional en el centro de Los Ángeles, ordenado directamente por Trump, ha sido catalogado como un hecho sin precedentes en los últimos 60 años. Esta decisión, tomada sin consultar al gobernador de California, Gavin Newsom, responde a las protestas desatadas por las redadas del Servicio de Inmigración (ICE).
Paul O’Brien, director ejecutivo de Amnistía Internacional en Estados Unidos, expresó que este despliegue es profundamente alarmante. Según él, la medida no busca proteger a las comunidades, sino reprimir la disidencia y generar miedo entre quienes defienden los derechos humanos.
La organización advierte que el uso de fuerzas militares para controlar la inmigración es incompatible con los principios de un país democrático. Este enfoque, lejos de resolver los problemas migratorios, intensifica las tensiones y vulnera derechos fundamentales.
Entre las violaciones señaladas por Amnistía Internacional están los arrestos ilegales, detenciones masivas, deportaciones sin debido proceso y la separación de familias. También se han documentado casos de traslados a prisiones peligrosas en otros países, lo que agrava la crisis humanitaria.
Un caso que ha generado indignación es el arresto de David Huerta, líder del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios. Según reportes, fue detenido por agentes del ICE sin una orden judicial, lo que ha motivado protestas de sus allegados y vecinos.
Amnistía Internacional subraya que las redadas del ICE se basan en prácticas discriminatorias y perfiles raciales, violando sistemáticamente los derechos de los migrantes. La organización insiste en que las personas tienen derecho a manifestarse pacíficamente contra estas injusticias.
El despliegue de la Guardia Nacional, según O’Brien, es una clara señal de que la administración Trump está dispuesta a emplear cualquier medio, incluso el uso de la fuerza militar, para silenciar a quienes alzan la voz por los derechos humanos. Esto, afirma, no hace más que exacerbar las tensiones sociales.
Amnistía Internacional ha instado al gobierno de Estados Unidos a reducir la escalada de tensión y retirar las tropas desplegadas en Los Ángeles. La organización hace un llamado a priorizar el respeto a los derechos humanos y permitir las protestas pacíficas como un derecho fundamental.
La situación en Los Ángeles refleja un momento crítico para la política migratoria en Estados Unidos. Las acciones del gobierno, según Amnistía Internacional, podrían sentar un precedente peligroso para el respeto de los derechos humanos en el país y la región.