La empresa siderúrgica Ternium enfrenta una sanción de 80 millones de pesos impuesta por el gobierno de Nuevo León tras el derrame de sustancias químicas en el arroyo La Talaverna. El incidente, ocurrido en abril de 2025, afectó más de 11 kilómetros de este cuerpo de agua, causando graves daños a la flora y fauna de la región.
El derrame, que involucró 250 mil litros de cloruro ferroso, 132 mil litros de agua ácida y 23 mil litros de ácido clorhídrico, se originó en la planta Churubusco de Ternium, ubicada en los límites de Monterrey y San Nicolás. La contaminación dejó una visible mancha rojiza en el arroyo, evidenciando el impacto ambiental en los municipios de San Nicolás, Guadalupe, Apodaca y Pesquería.
La Secretaría de Medio Ambiente estatal, encabezada por Alfonso Martínez Muñoz, calificó la multa como histórica para Nuevo León. Esta sanción busca no solo castigar a la empresa, sino también garantizar la remediación total de las áreas afectadas y prevenir futuros incidentes de este tipo.
Inspecciones realizadas por las autoridades ambientales revelaron afectaciones significativas en la fauna silvestre, incluyendo la muerte de tortugas, peces, gallinas y cabras. Además, se detectó contaminación en el suelo y el agua, lo que fundamentó la imposición de esta multa sin precedentes.
A pesar de que Ternium afirmó que la coloración rojiza del agua no representaba un riesgo para la salud ni el medio ambiente, las autoridades locales y federales han cuestionado estas declaraciones. La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente clausuró parcialmente la planta Churubusco, específicamente el área de Granja de Tanques, donde ocurrió el colapso que desencadenó el derrame.
El gobierno estatal exigió a Ternium un plan de remediación inmediato tras el incidente, pero la empresa no presentó avances significativos dentro del plazo otorgado de cinco días hábiles. Esta falta de acción ha generado críticas tanto de autoridades como de la ciudadanía, que exigen medidas más estrictas contra la siderúrgica.
El alcalde de San Nicolás, Daniel Carrillo, ha señalado la necesidad de que Ternium realice modificaciones en su infraestructura, como la sustitución de ductos, para evitar que nuevos derrames afecten los sistemas de drenaje pluvial y los arroyos de la zona. Las supervisiones municipales continuarán para asegurar que la limpieza del arroyo se complete.
Aunque la multa de 80 millones de pesos es significativa, expertos y ciudadanos han señalado que esta cantidad representa menos del 0.05 por ciento de las ventas anuales de Ternium en México. Esto ha generado debate sobre si la sanción será suficiente para incentivar cambios reales en las prácticas de la empresa.
Las autoridades han indicado que el proceso de sanción no ha concluido. En las próximas semanas, continuarán los análisis para determinar si la multa podría aumentar, dependiendo de los resultados de los estudios ambientales y del procedimiento jurídico en curso.
El caso de Ternium ha reavivado las demandas de reubicación de la planta Churubusco fuera del Área Metropolitana de Monterrey, ya que tanto políticos como vecinos consideran que su operación representa un riesgo constante para la salud pública y el medio ambiente.