El gobernador de Nuevo León, Samuel García, ha dado un paso más en su agenda ambiental al destinar 500 elementos de Fuerza Civil a la recién creada División Ambiental. Esta iniciativa busca sancionar con mano firme las acciones que dañen el medio ambiente en el estado, una medida que ha generado debate entre ciudadanos y activistas.
La División Ambiental, dependiente de Fuerza Civil, tendrá la tarea de vigilar y actuar contra actividades que afecten los ecosistemas de Nuevo León. Desde la quema ilegal de residuos hasta la tala no autorizada, los elementos estarán capacitados para intervenir en casos que pongan en riesgo el patrimonio natural de la entidad.
García anunció esta medida en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, destacando la importancia de proteger los recursos naturales. Según el mandatario, la división no solo aplicará sanciones, sino que también trabajará en la prevención de delitos ambientales, un problema que ha crecido en los últimos años en la región.
La decisión de involucrar a Fuerza Civil en temas ambientales ha levantado críticas. Algunos sectores consideran que la corporación debería enfocarse exclusivamente en la seguridad pública, mientras que otros ven con buenos ojos la ampliación de sus funciones para abordar un tema tan urgente como el cuidado del entorno.
El gobernador defendió la creación de esta división, argumentando que la seguridad no solo implica combatir el crimen, sino también garantizar un ambiente sano para los ciudadanos. Nuevo León, dijo, enfrenta retos significativos en materia de contaminación y degradación ambiental, lo que justifica una respuesta contundente.
La División Ambiental comenzará operaciones en las próximas semanas, con patrullajes en áreas naturales protegidas y zonas industriales. Los elementos recibirán capacitación especializada para identificar y sancionar actividades que violen las normativas ambientales, según informó el gobierno estatal.
Organizaciones ambientalistas han expresado opiniones divididas. Mientras algunas aplauden la iniciativa como un avance, otras advierten que la efectividad dependerá de la transparencia y la coordinación con expertos en la materia. La falta de resultados concretos en la Comisión Ambiental Metropolitana, creada hace meses, es un punto que sigue generando escepticismo.
García, por su parte, insistió en que esta medida es solo una parte de un plan más amplio para posicionar a Nuevo León como líder en sustentabilidad. Sin embargo, el éxito de la División Ambiental estará bajo la lupa, especialmente en un contexto donde la ciudadanía exige acciones inmediatas frente a la crisis ambiental.
El anuncio llega en un momento clave, cuando la calidad del aire en Monterrey y su área metropolitana ha sido objeto de preocupación. La presión sobre el gobierno estatal para tomar medidas efectivas es cada vez mayor, y la creación de esta división parece ser una respuesta directa a esas demandas.
A medida que la División Ambiental inicie sus labores, los habitantes de Nuevo León esperan que las promesas se traduzcan en resultados tangibles. La protección del medio ambiente, en un estado industrial como este, será un desafío que pondrá a prueba la capacidad del gobierno para cumplir con sus compromisos.