El Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció sanciones contra Los Chapitos, una facción poderosa del Cártel de Sinaloa liderada por los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán. Esta medida, implementada por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), busca desmantelar la red de narcotráfico que ha inundado a Estados Unidos con fentanilo, una droga letal que ha causado miles de muertes.
Las sanciones se dirigen específicamente a Iván Archivaldo Guzmán Salazar y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, dos de los hijos de El Chapo que permanecen prófugos. También se incluyó a una célula clave en Mazatlán, liderada por Víctor Manuel Barraza Pablos, conocido como “El 40”, quien sería el jefe de plaza de Los Chapitos en esa región. Según las autoridades, esta red es responsable de actividades como narcotráfico, asesinatos, secuestros y extorsión.
El gobierno estadounidense señaló que los laboratorios controlados por Los Chapitos producen pastillas falsificadas con fentanilo, traficadas a gran escala hacia Estados Unidos. Estas actividades han contribuido a la crisis de sobredosis que ha devastado comunidades enteras. Las sanciones congelan todos los activos de los sancionados en territorio estadounidense y prohíben cualquier transacción con ciudadanos o empresas de ese país.
Además, el Departamento del Tesoro identificó a José Raúl Núñez Ríos, alias “El Lic”, como un colaborador cercano de Los Chapitos. Este empresario mexicano habría utilizado sus negocios en bienes raíces, construcción y hotelería para lavar millones de dólares provenientes del narcotráfico. Sus actividades, según la OFAC, han financiado la guerra de Los Chapitos contra grupos rivales en Mazatlán.
Las autoridades estadounidenses también vincularon a Los Chapitos con el asesinato del exmarine Nicholas Quets, ocurrido en Sonora en octubre de 2024. Este crimen, según el Tesoro, evidencia la violencia extrema de esta facción del Cártel de Sinaloa. La OFAC destacó que las sanciones buscan cortar el flujo de dinero que sostiene estas operaciones criminales.
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, afirmó que estas medidas son parte de la estrategia de la administración Trump para combatir el tráfico de fentanilo y debilitar a los cárteles. Bessent subrayó que la seguridad nacional está ligada a la seguridad económica, y estas sanciones son un paso para interrumpir las finanzas de Los Chapitos.
El Departamento de Estado de Estados Unidos ofrece recompensas de hasta 10 millones de dólares por información que conduzca al arresto o condena de Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar. Esta iniciativa refleja el compromiso de Washington para desarticular las redes de narcotráfico que operan desde México.
Las sanciones también afectan a empresas vinculadas a Los Chapitos, utilizadas como fachadas para lavar dinero. Estas compañías, según la OFAC, han permitido al cártel mover grandes cantidades de recursos ilícitos entre México y Estados Unidos. La acción busca limitar su capacidad de operar a nivel internacional.
El impacto de estas sanciones, sin embargo, sigue siendo incierto. Los cárteles han demostrado una gran capacidad para adaptarse, encontrando nuevas formas de mover sus recursos. Aun así, el gobierno estadounidense insiste en que estas medidas son esenciales para frenar la crisis de fentanilo que azota al país.
Este golpe financiero a Los Chapitos se suma a una serie de acciones previas del Departamento del Tesoro contra el Cártel de Sinaloa. La estrategia de Estados Unidos se centra en atacar las redes de lavado de dinero y los flujos financieros que sostienen el narcotráfico, en un esfuerzo por reducir su influencia en ambos lados de la frontera.