Cientos de personas tomaron las calles de Los Ángeles el pasado sábado en una protesta que desató controversia. Las manifestaciones, dirigidas contra las redadas migratorias impulsadas por el gobierno de Donald Trump, se tornaron intensas en la ciudad de Compton, al sur de la metrópoli. Entre el humo y los enfrentamientos, un grupo de manifestantes con el rostro cubierto ondeaba banderas de México, un acto que ha generado reacciones encontradas.
La protesta comenzó como una respuesta a las políticas migratorias que han intensificado las deportaciones en Estados Unidos. Los manifestantes, muchos de origen latino, marcharon por las principales avenidas de Los Ángeles, exigiendo un alto a lo que consideran medidas injustas. Algunos portaban pancartas con mensajes como “No somos criminales” y “Migrar no es delito”, mientras otros ondeaban banderas mexicanas como símbolo de resistencia.
En Compton, la situación escaló cuando un vehículo fue incendiado en plena vía pública. Videos captados por transeúntes muestran a personas encapuchadas alrededor del fuego, agitando banderas mexicanas. Este acto, según reportes, fue interpretado por algunos medios como un desafío directo a las autoridades estadounidenses, lo que avivó las críticas en redes sociales.
La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, señaló que las protestas fueron en su mayoría pacíficas, con solo un centenar de personas involucradas en los incidentes más violentos. Bass calificó la movilización de la Guardia Nacional, ordenada por Trump, como innecesaria, argumentando que la policía local había controlado la situación horas antes de la llegada de las tropas federales.
El uso de banderas mexicanas en las protestas no es nuevo. Desde la década de 1990, durante las manifestaciones contra la Proposición 187 en California, este símbolo ha representado el orgullo cultural y la resistencia de la comunidad latina. Sin embargo, algunos críticos, especialmente en medios conservadores, han cuestionado su presencia, acusando a los manifestantes de mostrar lealtad a otro país.
La controversia se intensificó en redes sociales, donde usuarios debatieron el impacto de estas imágenes. Mientras algunos ven las banderas como una expresión legítima de identidad, otros las consideran una provocación. Un video viral mostró a manifestantes gritando consignas mientras sostenían la bandera tricolor, lo que generó miles de comentarios tanto de apoyo como de rechazo.
La llegada de la Guardia Nacional, autorizada por Trump sin el consentimiento del gobernador de California, Gavin Newsom, marcó un precedente. Según el Centro Brennan para la Justicia, es la primera vez desde 1965 que un presidente de Estados Unidos despliega tropas federales en un estado sin la aprobación de las autoridades locales, lo que ha desatado críticas de los demócratas.
Las protestas en Los Ángeles forman parte de una ola de movilizaciones en varias ciudades estadounidenses, donde la comunidad latina exige respeto a sus derechos. En Los Ángeles, una ciudad con una población de casi cuatro millones, los latinos representan una fuerza significativa, y su activismo sigue siendo clave en el debate migratorio.
A pesar de la tensión, las autoridades locales insistieron en que la mayoría de las manifestaciones se llevaron a cabo sin mayores incidentes. Sin embargo, las imágenes de los encapuchados con banderas mexicanas han dominado la narrativa, alimentando un debate sobre la identidad, la migración y el uso de símbolos en las protestas.