La noche del domingo, Los Ángeles se convirtió en escenario de caos cuando un grupo de manifestantes incendió al menos cinco taxis autónomos de Waymo, cerca de la icónica Placita Olvera. Los vehículos, propiedad de Alphabet, fueron atacados tras una manifestación pacífica contra las redadas migratorias y el despliegue de la Guardia Nacional en la ciudad.
La protesta inicial, que buscaba denunciar las políticas migratorias y la presencia militar, se salió de control. Según testigos, un grupo de personas, dispersado por la policía, se trasladó a otra vía y descargó su furia contra los taxis autónomos. Los vehículos, que circulaban vacíos, fueron blanco de vandalismo en una acción que ha generado controversia.
Los taxis de Waymo, diseñados con tecnología de conducción autónoma, representan un avance significativo en el transporte público. Sin embargo, su presencia en las calles de Los Ángeles ha generado tensiones, especialmente entre quienes temen que esta tecnología pueda afectar empleos tradicionales en el sector del transporte.
Además de los taxis, varias patrullas de la Policía de Los Ángeles, estacionadas en la Autopista 101, también sufrieron daños. Un grupo de jóvenes encapuchados fue señalado como responsable de estos actos, que incluyeron pintas y destrozos en los vehículos policiales. Las autoridades respondieron con gases para dispersar a los agresores.
El incidente ocurrió en Placita Olvera, un lugar emblemático considerado el punto de fundación de Los Ángeles. Este contexto histórico añade un peso simbólico a los hechos, que han sido interpretados como una muestra de la frustración social ante las políticas migratorias y el avance tecnológico.
La quema de los taxis autónomos no dejó heridos, pero ha encendido el debate sobre la seguridad en las protestas y el impacto de la tecnología en la sociedad. Waymo, por su parte, no ha emitido comentarios oficiales sobre el costo de los daños o las medidas que tomará tras el incidente.
Este episodio se suma a una serie de tensiones en Los Ángeles, donde las redadas migratorias han generado un clima de malestar. La presencia de la Guardia Nacional, desplegada para apoyar en operativos de seguridad, ha sido criticada por diversos sectores, que la consideran una militarización excesiva.
Mientras tanto, las autoridades locales han prometido investigar a fondo los hechos y llevar a los responsables ante la justicia. La ciudad, conocida por su diversidad y dinamismo, enfrenta ahora el desafío de equilibrar la libertad de expresión con la prevención de actos violentos que afectan la seguridad pública.
El incidente pone en el centro del debate el futuro de los taxis autónomos en grandes ciudades. Aunque la tecnología promete mayor eficiencia, también despierta temores sobre el desempleo y la deshumanización del transporte. Los hechos de Los Ángeles podrían marcar un precedente en esta discusión.
La situación en Los Ángeles refleja un momento de alta polarización, donde las protestas, la tecnología y las políticas migratorias se entrelazan en un escenario complejo. Los próximos días serán clave para entender cómo evoluciona este conflicto y qué medidas tomarán las autoridades para evitar que la violencia escale.

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Tensión en Los Ángeles: ¡Queman taxis autónomos en protestas descontroladas!
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