Una ola de tragedias viales sacude Guanajuato con accidentes que dejaron dos muertos y un panorama de caos en las carreteras. El sábado por la mañana, un choque múltiple en la carretera Irapuato-Abasolo se convirtió en una escena de terror, evidenciando la fragilidad de la seguridad en la zona.
En Irapuato, un tráiler desató el desastre al maniobrar sin precaución, provocando que un auto volcara tras intentar esquivarlo. El conductor, atrapado entre los restos, perdió la vida, mientras el responsable huyó sin dejar rastro. Las autoridades llegaron tarde, solo para confirmar lo inevitable.
A kilómetros de ahí, en Pénjamo, otro accidente marcó el día. Una camioneta se salió de la carretera estatal rumbo a La Herradura, dejando a su conductor sin vida tras ser aplastado por el vehículo. La violencia del impacto fue tal que el cuerpo quedó irreconocible.
La falta de control en las carreteras de Guanajuato es alarmante. Ambos casos reflejan un problema que las autoridades parecen incapaces de frenar. Los servicios de emergencia, desbordados, apenas pudieron reaccionar ante la magnitud de las pérdidas.
Mientras las familias lloran a sus seres queridos, la pregunta sigue en el aire: ¿hasta cuándo seguirá esta cadena de muertes sin que el gobierno tome medidas reales? La inseguridad vial se suma a la lista de pendientes que nadie parece dispuesto a resolver.