La activista sueca Greta Thunberg se encuentra en el centro de un nuevo conflicto internacional. A bordo del velero Madleen, Thunberg y un grupo de 11 activistas partieron el pasado 1 de junio desde Catania, Italia, con el objetivo de llevar ayuda humanitaria a la Franja de Gaza. La misión, organizada por la Coalición de la Flotilla de la Libertad, busca romper el bloqueo marítimo impuesto por Israel, un acto que ha generado una fuerte reacción del gobierno israelí.
El Madleen transporta suministros esenciales como leche para bebés, harina, arroz, pañales, productos sanitarios, equipos de desalinización de agua y material médico. La embarcación, que navega en aguas internacionales, pretende abrir un corredor humanitario para aliviar la crisis en Gaza, donde más de dos millones de personas enfrentan hambruna y devastación tras casi 20 meses de conflicto.
El gobierno de Israel ha dejado claro que no permitirá la llegada de la flotilla. El portavoz del ejército, Effie Defrin, aseguró que la Armada está “movilizada” para proteger las fronteras marítimas del país. Horas antes de que el barco zarpara, Israel advirtió que está listo para “actuar en consecuencia” si la embarcación intenta acercarse a Gaza.
La situación se ha tornado más tensa tras denuncias de los activistas a bordo. Greta Thunberg y el brasileño Thiago Ávila reportaron en redes sociales el sobrevuelo de drones sobre el Madleen, un incidente que calificaron como hostigamiento. Los activistas han pedido apoyo internacional para garantizar su seguridad, señalando que su misión es pacífica y que no portan armas.
Esta no es la primera vez que la Flotilla de la Libertad enfrenta obstáculos. En mayo, otro barco de la coalición, el Conscience, fue atacado por drones en aguas cercanas a Malta, un incidente que los organizadores atribuyen a Israel, aunque el gobierno no ha comentado al respecto. Aquel ataque impidió que la embarcación continuara su trayecto, y Thunberg, quien planeaba unirse a esa misión, ahora está a bordo del Madleen.
La misión cuenta con el respaldo de figuras destacadas, como el actor Liam Cunningham, conocido por su papel en Juego de Tronos, y la eurodiputada francopalestina Rima Hassan. Ambos han destacado la importancia de visibilizar la crisis humanitaria en Gaza y condenar el bloqueo israelí, que ha sido criticado por organismos internacionales como la ONU.
Relatores de las Naciones Unidas han exigido un paso seguro para la flotilla, argumentando que la ayuda es crucial para evitar la aniquilación de la población gazatí. En marzo de 2024, el Tribunal Internacional de Justicia reconoció el riesgo de hambruna en Gaza, mientras que en noviembre del mismo año, el Tribunal Penal Internacional emitió una orden de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, por crímenes de guerra relacionados con la inanición.
A pesar de las advertencias de Israel, los activistas insisten en su derecho a navegar en aguas internacionales. La Coalición de la Flotilla de la Libertad, fundada en 2010, ha llevado a cabo varias misiones similares, aunque con resultados trágicos en el pasado. En 2010, el barco Mavi Marmara fue interceptado por fuerzas israelíes, dejando un saldo de nueve activistas y un periodista muertos.
El Madleen se espera que llegue a las costas de Gaza este fin de semana, aunque su destino es incierto. Israel ha indicado que podría interceptar la embarcación y deportar a los activistas, como ha hecho en ocasiones anteriores. Mientras tanto, la comunidad internacional observa de cerca este nuevo capítulo de tensión en el Mediterráneo.
La travesía de Thunberg y sus compañeros no solo busca llevar ayuda, sino también generar conciencia sobre la situación en Gaza. La activista, conocida por su lucha contra el cambio climático, ha intensificado su activismo en favor de la causa palestina, lo que ha generado tanto apoyo como críticas en todo el mundo.