El alcalde de Chihuahua, Marco Antonio Bonilla Mendoza, ha hecho una promesa ambiciosa: garantizar que el alumbrado público de la ciudad esté completamente funcional antes de que termine su administración. Según sus declaraciones, este compromiso busca mejorar la seguridad y la calidad de vida de los ciudadanos, pero las dudas persisten sobre si será capaz de cumplir con tan alta expectativa.
Bonilla destacó que su gobierno ha invertido significativamente en la reconversión del alumbrado público, instalando cerca de 63 mil luminarias en más de 500 colonias. Este esfuerzo, asegura, no solo ilumina las calles, sino que también representa un ahorro a largo plazo, ya que las luminarias tienen una garantía de 10 años sin necesidad de endeudar al municipio.
El edil afirmó que esta iniciativa se ha financiado sin recurrir a créditos ni concesiones, algo que, según él, diferencia a su administración de otras. Sin embargo, no todos están convencidos de que estos avances sean suficientes para alcanzar el objetivo del 100% de cobertura en alumbrado público antes de que concluya su gestión.
La modernización del alumbrado también incluye beneficios adicionales, como la reducción de costos en mantenimiento. Bonilla resaltó que este modelo permitirá a futuras administraciones enfocarse en otros proyectos prioritarios sin preocuparse por el sistema de iluminación, pero no mencionó plazos específicos para completar esta meta.
En el pasado, Chihuahua ha enfrentado problemas con el mantenimiento del alumbrado, con reportes de fallas constantes en diversas colonias. Aunque el gobierno municipal invita a la ciudadanía a reportar problemas a través de la línea 072, algunos habitantes señalan que la respuesta a estas quejas no siempre es inmediata.
Otro aspecto que Bonilla destacó es el impacto del alumbrado en la seguridad. Calles bien iluminadas, asegura, son clave para reducir los índices delictivos. Sin embargo, críticos señalan que, aunque la intención es positiva, la inseguridad en Chihuahua no se resolverá únicamente con mejores lámparas.
El presupuesto destinado a estas mejoras proviene, en parte, de un incremento en los recursos para infraestructura urbana. Bonilla mencionó que su administración ha duplicado el presupuesto para zonas rurales, lo que incluye caminos y espacios públicos, pero no aclaró cuánto de este dinero está específicamente destinado al alumbrado.
La promesa del 100% de alumbrado público suena prometedora, pero los ciudadanos esperan resultados tangibles. En una ciudad donde la percepción de inseguridad sigue siendo un tema recurrente, el éxito de esta iniciativa podría ser un punto clave para evaluar el desempeño de Bonilla al frente del municipio.
Mientras tanto, la ciudadanía permanece atenta a si estas palabras se traducirán en hechos. Con el tiempo corriendo, la administración de Bonilla enfrenta el desafío de demostrar que no se trata solo de promesas electorales, sino de un compromiso real con el bienestar de Chihuahua.

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Alcalde promete alumbrado público al 100% en Chihuahua, pero ¿cumplirá?
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