Un fuerte sismo de magnitud 6.5 remeció el centro de Colombia en la mañana de este domingo, generando alarma entre los habitantes de varios departamentos. El epicentro se localizó en Paratebueno, Cundinamarca, a una profundidad superficial de apenas 10 kilómetros, según el Servicio Geológico Colombiano.
El temblor, registrado a las 8:08 de la mañana, se sintió con intensidad en 20 de los 32 departamentos del país, incluyendo Bogotá, donde miles de personas evacuaron sus hogares. En la capital, muchos residentes salieron a las calles aún en pijamas, sorprendidos por la fuerza del movimiento telúrico.
Las autoridades reportan al menos cuatro personas heridas, dos en Paratebueno y dos en Medina, ambas localidades en Cundinamarca. Las lesiones son leves y las víctimas ya reciben atención en centros de salud locales, según informó Carlos Carrillo, director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres.
En varios municipios de Cundinamarca, como Paratebueno, Medina, Sibaté y Tocaima, se reportaron daños materiales leves, incluyendo caídas de muros y grietas en viviendas. En Cumaral, Meta, y Pácora, Caldas, también se registraron agrietamientos en algunas estructuras, aunque sin consecuencias graves.
El sismo también afectó infraestructura vial, con grietas reportadas en tramos de la carretera nacional que conecta Villavicencio, Meta, con Yopal, Casanare. Las autoridades locales trabajan en la evaluación de los daños para garantizar la seguridad en las zonas afectadas.
El Servicio Geológico Colombiano informó que, hasta las 10:55 de la mañana, se habían registrado 138 réplicas en la zona de Paratebueno, dos de ellas superiores a magnitud 4 y diez por encima de 3.5. Una réplica de magnitud 4.9 se sintió a las 11:30 de la mañana, incrementando la preocupación entre los habitantes.
Los expertos advierten que las réplicas podrían continuar en los próximos días, aunque se espera que su magnitud y frecuencia disminuyan con el tiempo. La profundidad superficial del sismo principal explica su amplio alcance y la intensidad con la que fue percibido en múltiples regiones.
En Bogotá, las autoridades reportaron normalidad tras las inspecciones iniciales, sin daños significativos en la capital. Sin embargo, en los municipios más cercanos al epicentro, los equipos de respuesta continúan evaluando edificaciones para descartar riesgos estructurales.
La población permanece atenta ante la posibilidad de nuevas réplicas, mientras las autoridades instan a mantener la calma y seguir las recomendaciones de seguridad. Este evento recuerda la vulnerabilidad sísmica de Colombia, ubicada en una región propensa a movimientos telúricos.
El gobierno nacional y regional coordinan esfuerzos para apoyar a las comunidades afectadas y garantizar una respuesta efectiva ante cualquier eventualidad futura. La situación sigue siendo monitoreada de cerca por las autoridades competentes.