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Enfrentamientos en Los Ángeles: Redadas migratorias desatan protestas y caos en las calles

El viernes 6 de junio, Los Ángeles se convirtió en escenario de intensas protestas tras una serie de redadas migratorias realizadas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos. Las operaciones, que resultaron en la detención de al menos 45 personas, generaron una respuesta inmediata de la comunidad, con enfrentamientos entre manifestantes y agentes federales en varios puntos de la ciudad.
Las redadas se llevaron a cabo en zonas de alta población hispana, como el Distrito de la Moda, un almacén de ropa y una tienda Home Depot. Según reportes, los agentes llegaron con equipo antidisturbios, vehículos blindados y uniformes camuflados, lo que desató indignación entre residentes y activistas que intentaron impedir las detenciones.
Decenas de manifestantes se congregaron frente a un centro de detención federal, exigiendo la liberación de los detenidos con pancartas que decían “Fuera ICE de LA” y cánticos de resistencia. La tensión escaló cuando los agentes federales respondieron con gases lacrimógenos y granadas aturdidoras para dispersar a la multitud, según imágenes captadas por medios locales.
Entre los arrestados se encuentra David Huerta, presidente del sindicato SEIU California, acusado de obstruir a un agente federal durante las protestas. Organizaciones de derechos humanos condenaron las acciones, calificándolas de crueles y desproporcionadas, mientras que la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, expresó su indignación, señalando que estas tácticas siembran terror en las comunidades.
El cónsul de México en Los Ángeles, Carlos González, confirmó que al menos 11 de los detenidos son ciudadanos mexicanos. Las autoridades migratorias afirmaron que las redadas se enfocaron en personas que usaban documentos falsos para trabajar, pero los activistas denunciaron que los operativos son parte de una estrategia más amplia de deportaciones masivas impulsada por el presidente Donald Trump.
El sábado, la situación se agravó con el despliegue de 2,000 efectivos de la Guardia Nacional, ordenado por Trump para controlar los disturbios. En el barrio de Paramount, predominantemente latino, los enfrentamientos continuaron, con manifestantes bloqueando calles y agentes utilizando gases lacrimógenos para dispersarlos.
El gobernador de California, Gavin Newsom, calificó las redadas como imprudentes y crueles, argumentando que solo generan miedo y dividen a las comunidades. Sin embargo, las autoridades federales defendieron las operaciones, asegurando que se enfocan en personas con antecedentes criminales, aunque reportes indican que muchos de los detenidos son trabajadores sin historial delictivo.
La presencia de agentes del FBI y la DEA en los operativos añadió más controversia, con acusaciones de que las redadas son un ataque coordinado contra la comunidad inmigrante. Videos en redes sociales mostraron a personas siendo escoltadas con las manos atadas, mientras los manifestantes intentaban bloquear los vehículos de ICE.
Organizaciones como la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (CHIRLA) han recibido decenas de llamadas alertando sobre las detenciones, y activistas han usado megáfonos para informar a los migrantes sobre sus derechos legales. La comunidad sigue en alerta, temiendo más operativos en los próximos días.
Las redadas en Los Ángeles son parte de una ola de operativos migratorios en varias ciudades de Estados Unidos, intensificados tras el regreso de Trump a la presidencia. La situación ha generado un debate sobre las políticas migratorias y el impacto en las comunidades latinas, mientras las protestas continúan desafiando las acciones de las autoridades federales.

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