La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, encabezó la inauguración de la Feria del Nopal 2025, un evento que busca enaltecer la riqueza cultural y gastronómica de este emblemático producto mexicano. En un acto lleno de promesas, Brugada destacó la importancia del nopal como símbolo de identidad y motor económico, aunque no todos están convencidos de que estas iniciativas realmente transformen la realidad del campo capitalino.
Por primera vez, la feria abandonó su tradicional sede en Milpa Alta para instalarse en el Monumento a la Revolución, un cambio que, según las autoridades, pretende acercar la producción rural a los citadinos. Este movimiento ha generado opiniones divididas, con algunos celebrando la visibilidad y otros cuestionando si realmente beneficia a los productores locales.
El evento, que se llevará a cabo el 7 y 8 de junio, reúne a más de 100 productores, principalmente de Milpa Alta, responsables del 94% de la producción de nopal en la capital. Platillos tradicionales, mermeladas, tortillas, harinas y hasta cosméticos elaborados con esta cactácea estarán a la venta, mostrando la versatilidad de un cultivo que, según el discurso oficial, es clave para la seguridad alimentaria.
Durante la inauguración, Brugada anunció la declaratoria de las terrazas agrícolas de Milpa Alta, Tláhuac, Xochimilco e Iztapalapa como Patrimonio Biocultural de la Ciudad de México. Esta medida, presentada como un “acto de justicia histórica”, busca reconocer la sabiduría milenaria de las comunidades rurales, aunque algunos críticos señalan que estas declaratorias suelen quedarse en simbolismos sin impacto tangible.
La Feria del Nopal 2025 también incluye un programa cultural con actividades para todas las edades. Desde conferencias sobre la historia y nutrición del nopal hasta talleres de cultivo urbano y compostaje, el evento promete ser un escaparate de la vida rural en la metrópoli. Sin embargo, persisten dudas sobre si estas actividades realmente llegarán a las comunidades más necesitadas o se limitarán a un espectáculo para turistas.
Uno de los momentos destacados será el concierto gratuito de Regina Orozco y la Sonora Santanera el sábado a las 17:00 horas. Esta presentación, que combina música y tradición, busca atraer a un público amplio, aunque algunos consideran que estos eventos son más un distractor que una solución a los problemas estructurales del campo.
El sábado 7 de junio se llevará a cabo el tercer Concurso de Desespinado de Nopal, una competencia que premia la destreza de los productores y que, según las autoridades, resalta el trabajo manual de los nopaleros. El domingo 8, el Concurso Gastronómico Contemporáneo del Nopal y el Maguey pondrá a prueba la creatividad culinaria, con premios de hasta 10 mil pesos.
La secretaria de Turismo, Alejandra Frausto, destacó que el 60% de la Ciudad de México es suelo de conservación, y celebró que la capital haya recibido la primera Estrella Verde Michelin gracias a ingredientes como el nopal. Sin embargo, no se mencionaron estrategias concretas para garantizar que los productores reciban un precio justo, cuando actualmente una caja de 200 pencas se vende por apenas 30 pesos.
La secretaria de Cultura, Ana Francis López, anunció que las esculturas monumentales de nopales, intervenidas por artistas, se exhibirán en la feria y luego en Paseo de la Reforma. Esta iniciativa busca posicionar al nopal como un ícono cultural, pero algunos productores han expresado que preferirían apoyos directos en lugar de proyectos artísticos.
La Feria del Nopal 2025 se presenta como una celebración de la identidad y la sustentabilidad, pero también deja preguntas abiertas sobre el verdadero impacto de estas acciones en las comunidades rurales. Mientras el gobierno capitalino apuesta por eventos vistosos, los productores esperan que esta exposición se traduzca en beneficios reales para sus bolsillos y su futuro.