Nicolás Jerónimo Alejo, un ex agente de la Fiscalía General de la República vinculado al caso Ayotzinapa, está a punto de convertirse en el presidente del nuevo Tribunal de Disciplina Judicial de la Ciudad de México tras obtener la mayor cantidad de votos en la reciente elección judicial. Este personaje, cercano al fiscal Rosendo Gómez Piedra, ha generado controversia por señalamientos que cuestionan su profesionalismo y conducta en el desempeño de sus funciones.
Durante la campaña electoral, Jerónimo Alejo no reportó tener redes sociales para difundir sus propuestas, algo que llama la atención dado que las reglas de la elección judicial restringieron la promoción a plataformas digitales y volanteo casa por casa. A pesar de esta omisión, logró superar a su contendiente más cercano, Diego Armando Guerrero, quien sí hizo campaña activa en redes, según datos del Instituto Electoral de la Ciudad de México.
Con un avance del 98.3 por ciento en el conteo de votos, Jerónimo Alejo acumuló 352 mil 77 sufragios, frente a los 333 mil 634 de Guerrero. Este resultado lo coloca como el favorito para presidir el tribunal, un órgano creado tras la reforma judicial de 2024 que busca sancionar malas prácticas de jueces y magistrados en la capital del país.
El historial de Jerónimo Alejo está marcado por acusaciones graves. Durante su tiempo en la Unidad Especial de Investigación y Litigación del Caso Ayotzinapa, fue señalado por presunta usurpación de funciones al usar un chaleco con insignias de la Agencia de Investigación Criminal, a pesar de no pertenecer a esa corporación. Este acto, según expertos, podría constituir un delito.
Además, se le ha acusado de conductas poco profesionales, como embriaguez durante diligencias relacionadas con el caso Ayotzinapa. Un incidente reportado en Carrizalillo, Guerrero, en 2023, lo involucra junto a otro agente, Alexander Balam, en un episodio que ha sido documentado con evidencia fotográfica. Estas acusaciones han levantado dudas sobre su idoneidad para un cargo de tal relevancia.
En la plataforma Conóceles, habilitada por el Instituto Electoral para que los ciudadanos conocieran a los candidatos, Jerónimo Alejo omitió mencionar su participación en la Unidad Especial del caso Ayotzinapa. Curiosamente, tres de las cuatro cartas de recomendación que presentó eran idénticas en su redacción, todas firmadas por colegas de la misma unidad, lo que ha generado sospechas sobre la transparencia de su candidatura.
La elección del Tribunal de Disciplina Judicial ha sido un proceso inédito en México, derivado de la reforma que mandates la renovación de cargos judiciales mediante voto popular. Este tribunal, integrado por cinco magistrados, tendrá la tarea de investigar y sancionar a jueces y magistrados federales, con decisiones que serán inapelables, lo que resalta la importancia de los perfiles seleccionados.
La designación de Jerónimo Alejo ha encendido las alarmas entre quienes siguen de cerca el caso Ayotzinapa. Los padres de los 43 normalistas desaparecidos han exigido en repetidas ocasiones la destitución de Rosendo Gómez Piedra, jefe de Jerónimo Alejo, por considerar que ha obstaculizado las investigaciones. La posible llegada de Alejo a un puesto clave en el sistema judicial capitalino intensifica estas preocupaciones.
El Tribunal de Disciplina Judicial, que sustituye parcialmente al Consejo de la Judicatura Federal, será un pilar en la vigilancia de la conducta de los impartidores de justicia. Sin embargo, la elección de un personaje con antecedentes tan cuestionados como Jerónimo Alejo pone en entredicho la credibilidad de este nuevo organismo.
A medida que se consolidan los resultados de la elección, la ciudadanía observa con atención cómo se configurará este tribunal y si sus integrantes garantizarán la imparcialidad y profesionalismo que exige un cargo de esta magnitud. La trayectoria de Nicolás Jerónimo Alejo, marcada por la controversia, será un factor clave en el escrutinio público en los próximos meses.