La Secretaría de Hacienda y Crédito Público ha dejado sin estímulos fiscales al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) para combustibles durante dos meses consecutivos, una decisión que impacta directamente el bolsillo de los mexicanos. Desde abril, los conductores han enfrentado el costo total del IEPS en gasolinas Magna, Premium y diésel, sin alivio alguno por parte del gobierno federal.
El precio de la gasolina Magna incluye ahora una cuota de 6.45 pesos por litro por concepto de IEPS. Para la gasolina Premium, la carga impositiva es de 5.45 pesos por litro, mientras que el diésel soporta 7.09 pesos por litro. Esto significa que los consumidores están pagando el impuesto completo, sin los subsidios que antes ayudaban a mitigar el impacto de los precios internacionales del petróleo.
En Chihuahua, los precios promedio reflejan esta realidad: la gasolina regular se vende a 22.41 pesos por litro, la Premium a 24.07 pesos y el diésel a 25.49 pesos, según datos de PetroIntelligence. Estos costos, sumados a la inflación y la depreciación del peso frente al dólar, agravan la situación económica de las familias mexicanas.
El gobierno de Claudia Sheinbaum había anunciado un supuesto acuerdo con gasolineras para mantener el precio de la gasolina regular por debajo de los 24 pesos por litro. Sin embargo, en varias estaciones de servicio, como una ubicada en la avenida Tecnológico y Elías Müller en Chihuahua, el precio de la Magna ya alcanza los 25.39 pesos por litro, rompiendo cualquier promesa de contención.
La eliminación de los estímulos fiscales se suma a factores externos que encarecen los combustibles. Los incrementos en los precios internacionales del petróleo y la depreciación del peso mexicano frente al dólar afectan directamente los costos de importación de gasolina, ya que México depende en gran medida de combustibles importados.
Analistas advierten que esta situación podría empeorar. Según proyecciones, el precio de la gasolina podría superar los 28 pesos por litro en algunas regiones durante el primer semestre de 2025, e incluso alcanzar los 30 pesos. La actualización del IEPS, que aumentó un 4.5% en línea con la inflación, agrega aún más presión a los consumidores.
Mientras tanto, el gobierno federal no ha presentado un plan claro para contrarrestar estos incrementos. La falta de incentivos fiscales y la ausencia de medidas efectivas para estabilizar los precios han generado críticas entre los ciudadanos, quienes ven cómo el costo de vida sigue aumentando sin freno.
Esta política de la Secretaría de Hacienda, encabezada por el gobierno de Morena, parece ignorar las necesidades de los mexicanos que dependen del transporte para trabajar y vivir. La pregunta sigue en el aire: ¿hasta cuándo soportarán los consumidores estos aumentos sin un alivio real?