El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha firmado una orden ejecutiva destinada a reducir lo que calificó como la “amenaza creciente” de los drones contra la seguridad nacional. La medida, anunciada el viernes 6 de junio de 2025, busca reforzar el control sobre el espacio aéreo estadounidense y proteger infraestructuras críticas frente al uso indebido de estas aeronaves no tripuladas.
La orden establece la creación del Grupo de Trabajo para Restaurar la Soberanía del Espacio Aéreo Estadounidense. Este grupo tendrá la tarea de revisar los marcos regulatorios, técnicos y operativos relacionados con los drones. Su objetivo es desarrollar soluciones para contrarrestar posibles amenazas, asegurando que las medidas sean conformes con la legislación vigente.
Trump destacó que los drones, aunque beneficiosos en muchos aspectos, son utilizados por “delincuentes, terroristas y actores extranjeros hostiles” como armas que pueden poner en peligro la seguridad del país. Por ello, la orden ejecutiva instruye a la Administración Federal de Aviación (FAA) a establecer un proceso para restringir los vuelos de drones sobre instalaciones clave, como bases militares, refinerías de petróleo y parques de atracciones.
El documento reconoce los aportes positivos de los drones, como su capacidad para mejorar la productividad y crear empleos altamente calificados. Industrias como la logística, la agricultura de precisión y la seguridad pública han sido transformadas por esta tecnología. Sin embargo, Trump subrayó la necesidad de garantizar que su uso no comprometa la seguridad nacional.
En un movimiento para fortalecer la industria nacional, la orden prioriza la producción y uso de drones fabricados en Estados Unidos. Esto busca reducir la dependencia de tecnologías extranjeras y fortalecer las cadenas de suministro críticas, asegurando que los beneficios económicos de esta industria lleguen al pueblo estadounidense.
Michael Kratsios, jefe de la Oficina de Política Científica y Tecnológica de la Casa Blanca, señaló que estas medidas son especialmente oportunas ante eventos masivos como los Juegos Olímpicos de 2028 y la Copa Mundial de la FIFA 2026. La seguridad del espacio aéreo se vuelve una prioridad para proteger a millones de asistentes a estos eventos.
Además de las medidas sobre drones, Trump firmó otra orden ejecutiva para recuperar el liderazgo de Estados Unidos en el desarrollo de aviones supersónicos. Según el presidente, esta iniciativa busca eliminar regulaciones obsoletas que han limitado el avance de la aviación de alta velocidad, permitiendo a los ingenieros y empresarios estadounidenses innovar en este campo.
La orden sobre aviones supersónicos ordena a la FAA eliminar la prohibición de vuelos supersónicos sobre territorio estadounidense. Trump argumentó que estas restricciones, vigentes por más de 50 años, han frenado el progreso y debilitado la competitividad global de Estados Unidos, cediendo liderazgo a otros países.
El enfoque de estas órdenes ejecutivas refleja un esfuerzo por combinar innovación tecnológica con seguridad nacional. La administración Trump busca posicionar a Estados Unidos como líder en la aviación, tanto en el ámbito de los drones como en los vuelos supersónicos, mientras protege su espacio aéreo de posibles amenazas.
Estas acciones han generado diversas reacciones, con algunos expertos elogiando el enfoque proactivo en seguridad, mientras otros advierten sobre los desafíos de implementar regulaciones efectivas sin obstaculizar la innovación en el sector de los drones.