El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dado un paso contundente al firmar una orden ejecutiva destinada a enfrentar la creciente amenaza de los drones en el espacio aéreo del país. La medida, anunciada el viernes 6 de junio de 2025, busca fortalecer la seguridad nacional frente al uso indebido de estas aeronaves no tripuladas, que según el mandatario son empleadas por delincuentes, terroristas y actores extranjeros hostiles.
La orden establece la creación del Grupo de Trabajo para Restaurar la Soberanía del Espacio Aéreo Estadounidense. Este organismo tendrá la misión de revisar el uso de drones y proponer regulaciones más estrictas para garantizar el control de los cielos del país. La Casa Blanca subrayó que la iniciativa responde a preocupaciones crecientes sobre la seguridad, especialmente tras reportes de avistamientos de drones en zonas sensibles.
Uno de los puntos clave de la orden es la instrucción a la Administración Federal de Aviación (FAA) para establecer un proceso que restrinja los vuelos de drones sobre infraestructuras críticas y otras instalaciones públicas. Esta medida busca prevenir incidentes que puedan comprometer la seguridad de sitios estratégicos, como bases militares o plantas de energía.
La preocupación por los drones no es nueva. En 2024, el estado de Nueva Jersey registró numerosos avistamientos de estas aeronaves, lo que generó alarma entre los ciudadanos y obligó a las autoridades a interrumpir vuelos y eventos deportivos. La FAA reportó más de mil incidentes mensuales de drones volando cerca de aeropuertos, lo que intensificó la necesidad de regulación.
Además de abordar la seguridad, Trump aprovechó la orden para impulsar la innovación en el sector aeroespacial. El presidente ordenó a la FAA levantar una prohibición de 1973 que limitaba los vuelos supersónicos sobre tierra, siempre que los aviones no generen un impacto sonoro significativo. Esta decisión busca posicionar a Estados Unidos como líder en la próxima generación de viajes aéreos.
El mandatario destacó que las regulaciones obsoletas han frenado el desarrollo de tecnologías avanzadas, como los taxis aéreos eléctricos y los aviones comerciales supersónicos. Según Trump, estas restricciones han debilitado la competitividad global del país, cediendo ventaja a adversarios extranjeros. La nueva orden busca eliminar estas barreras para fomentar la innovación.
Michael Kratsios, director de la Oficina de Política Científica y Tecnológica de la Casa Blanca, enfatizó que los decretos también buscan reducir la dependencia de Estados Unidos de empresas chinas que fabrican drones. Este enfoque refleja la intención de fortalecer la industria nacional y garantizar un uso responsable de estas tecnologías.
La medida ha generado reacciones mixtas. Mientras algunos aplauden los esfuerzos por reforzar la seguridad, grupos ecologistas han expresado preocupación por el impacto ambiental de los vuelos supersónicos, que consumen más combustible por pasajero en comparación con los aviones tradicionales. Este debate pone en la mesa los retos de equilibrar seguridad, innovación y sostenibilidad.
La orden ejecutiva también incluye disposiciones para ampliar el uso de tecnología de detección de drones en tiempo real. Esto permitirá a las fuerzas de seguridad estatales y locales responder de manera más efectiva ante posibles amenazas. La Casa Blanca destacó que estas medidas son especialmente relevantes ante eventos de gran magnitud, como los Juegos Olímpicos o la Copa del Mundo.
Con esta acción, Trump reafirma su compromiso de proteger el espacio aéreo estadounidense mientras impulsa el desarrollo tecnológico. La implementación de estas medidas será clave para determinar si Estados Unidos logra un equilibrio entre seguridad y progreso en un contexto de crecientes desafíos globales.