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¡Elon Musk da un paso atrás en su amenaza contra la NASA!

Elon Musk, el magnate detrás de SpaceX, sorprendió al mundo al anunciar que no desmantelará la cápsula espacial Dragon, un componente clave para las misiones de la NASA a la Estación Espacial Internacional. La decisión llega tras un intenso enfrentamiento en redes sociales con el presidente Donald Trump, quien amenazó con cancelar los contratos federales de las empresas de Musk.
La cápsula Dragon es vital para Estados Unidos, ya que es el único vehículo certificado en el país capaz de transportar astronautas y suministros a la órbita. Sin ella, la NASA dependería exclusivamente de las naves rusas Soyuz, lo que representaría un retroceso en la independencia espacial estadounidense.
El conflicto comenzó cuando Trump criticó a Musk en su plataforma Truth Social, sugiriendo que la administración de Joe Biden debería haber cortado los contratos con SpaceX. En respuesta, Musk anunció que comenzaría a desmantelar la Dragon de inmediato, generando preocupación en la comunidad científica y espacial.
Horas después, Musk cambió de postura tras un intercambio en la red social X. Un usuario le pidió moderación, sugiriendo que tanto él como Trump debían calmarse. Musk respondió: “Buen consejo. Está bien, no desmantelaremos a Dragon”, dejando entrever una posible distensión en la disputa.
La cápsula Dragon ha sido fundamental en misiones recientes. En marzo de 2025, permitió el regreso seguro de los astronautas Butch Wilmore y Suni Williams, quienes quedaron varados en la Estación Espacial Internacional debido a problemas técnicos con la nave Starliner de Boeing.
SpaceX, como uno de los principales contratistas de la NASA, ha recibido más de 17 mil millones de dólares en contratos federales en la última década. La Dragon no solo transporta astronautas, sino también experimentos científicos cruciales, como los del proyecto MISSE-20, que estudia materiales expuestos al entorno espacial.
La amenaza de Musk de retirar la Dragon puso en riesgo la continuidad de la Estación Espacial Internacional, ya que su ausencia podría complicar las rotaciones de personal y el suministro de equipos. La NASA, por su parte, intentó mantenerse al margen del conflicto, afirmando que seguirá colaborando con sus socios industriales.
El enfrentamiento entre Musk y Trump se originó por desacuerdos sobre un plan fiscal impulsado por el presidente, que Musk calificó de “abominación repugnante”. Este roce llevó al magnate a renunciar a su cargo en el Departamento de Eficiencia Gubernamental, un puesto creado para reducir el gasto público.
La decisión de mantener la Dragon operativa alivia las preocupaciones sobre el futuro de las misiones espaciales estadounidenses. Sin embargo, la tensión entre Musk y Trump deja preguntas sobre cómo sus diferencias podrían afectar la colaboración entre SpaceX y el gobierno en proyectos futuros, como las misiones Artemis a la Luna.
Por ahora, la cápsula Dragon seguirá siendo un pilar en la exploración espacial, mientras el mundo observa si esta tregua entre dos figuras tan influyentes será duradera o si nuevas disputas volverán a sacudir el panorama aeroespacial.

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