Los maestros de la Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), con base en Oaxaca, han decidido poner fin al plantón que mantenían en el Zócalo de la Ciudad de México desde el 15 de mayo. La decisión se tomó tras una asamblea donde, por una estrecha mayoría, se acordó suspender el paro de labores y retirar las casas de campaña de la Plaza de la Constitución.
Con 5,555 votos a favor y 5,298 en contra, los docentes oaxaqueños optaron por dar un paso atrás en su protesta en la capital. Sin embargo, la determinación no implica el fin de su movimiento, ya que será discutida en la Asamblea Nacional Representativa para definir los próximos pasos de la CNTE a nivel nacional.
El plantón, que duró 17 días, paralizó puntos clave de la Ciudad de México con bloqueos en avenidas principales, afectando a miles de ciudadanos. Los maestros exigían la derogación de la reforma al ISSSTE de 2007, un aumento salarial del 100 por ciento y mejoras laborales, demandas que el gobierno federal no ha cumplido a cabalidad, según los manifestantes.
A pesar de las mesas de diálogo con la Secretaría de Gobernación y la Secretaría de Educación Pública, los acuerdos alcanzados no satisficieron al magisterio. La presidenta Claudia Sheinbaum ha insistido en que no hay presupuesto para cumplir todas las demandas, lo que ha generado críticas entre los docentes por la falta de soluciones concretas.
La Sección 22 no descarta nuevas movilizaciones. Mientras algunos maestros regresan a Oaxaca, otros contingentes de la CNTE, como la Sección 7 de Chiapas, planean mantener su presencia en el Zócalo, acusando al gobierno de hacer oídos sordos a sus peticiones.
El gobierno federal, a través de la Secretaría de Gobernación, propuso medidas como el congelamiento de la edad de jubilación y la creación de un colectivo para revisar los esquemas de seguridad social. Sin embargo, los maestros consideran estas propuestas insuficientes y exigen cambios más profundos.
La tensión entre la CNTE y el gobierno de Sheinbaum ha escalado en las últimas semanas. Los docentes han advertido sobre posibles boicots a procesos como la elección judicial, aunque han negado intenciones de sabotaje directo. La falta de diálogo directo con la presidenta ha sido un punto de fricción constante.
Mientras el Zócalo comienza a despejarse, la llegada de nuevos contingentes de maestros podría reavivar las protestas. La CNTE asegura que su lucha por una pensión digna y mejores condiciones laborales está lejos de terminar, manteniendo la presión sobre el gobierno federal.

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Sección 22 de la CNTE levanta su campamento en el Zócalo, pero la lucha magisterial no termina
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