Elementos de la Policía Auxiliar de la Secretaría de Seguridad Ciudadana regresaron a custodiar los museos nacionales en la Ciudad de México. Esto ocurrió después de dos días de cierres inesperados en recintos operados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). La decisión responde a un intento fallido de reemplazar a los policías con empresas privadas de seguridad.
El pasado 30 de mayo, el INAH adjudicó una licitación pública a dos empresas privadas para encargarse de la vigilancia en museos como el Nacional de Antropología, el de Intervenciones, el Nacional de Historia Castillo de Chapultepec y el de El Carmen. Sin embargo, las empresas no cumplieron con el envío de personal suficiente, lo que obligó a cerrar los recintos el martes 3 de junio.
El Museo Nacional de Antropología, por ejemplo, requiere al menos 50 elementos de seguridad para operar. Las empresas privadas enviaron apenas 30 el miércoles y 20 el lunes, según una fuente del INAH. Esto generó caos y la imposibilidad de abrir las puertas al público, afectando tanto a visitantes nacionales como internacionales.
La Secretaría de Cultura, encabezada por Claudia Curiel de Icaza, confirmó la reapertura de los museos el jueves 5 de junio. Curiel anunció a través de redes sociales que los recintos ya operan en su horario regular, invitando a la población a visitarlos. Sin embargo, el manejo de esta transición ha levantado críticas por la falta de planeación.
La presidenta Claudia Sheinbaum abordó el tema en su conferencia matutina, admitiendo que el cierre se debió a un retraso administrativo en la licitación del INAH. Aseguró que tras coordinarse con el director del instituto, Diego Prieto, se decidió que la Policía Auxiliar retomara la seguridad de inmediato, descartando la participación de empresas privadas.
El regreso de la Policía Auxiliar permitió que 66 elementos se desplegaran en el Museo Nacional de Antropología, garantizando su funcionamiento. Otros recintos, como el Museo del Templo Mayor, también reabrieron tras haber estado cerrados por la misma razón. La medida busca restablecer la normalidad en estos espacios culturales.
Turistas internacionales, que habían encontrado las puertas cerradas, regresaron para disfrutar del patrimonio cultural mexicano. La situación generó molestias, especialmente entre aquellos que viajaron desde lejos, como Carlos, un visitante de Dallas, Texas, quien planeaba recorrer los museos con su familia.
El INAH informó que se aplicarán sanciones administrativas a las empresas que incumplieron con el servicio de vigilancia. Además, se evalúa priorizar esquemas de seguridad pública en lugar de privados para evitar futuros problemas. La crisis opacó momentáneamente la celebración por el Premio Princesa de Asturias otorgado al Museo Nacional de Antropología.
El sindicato del INAH respaldó el cierre temporal como una medida para proteger el patrimonio cultural y al personal. Sin embargo, señaló que el relevo de seguridad se realizó sin aviso previo, lo que generó incertidumbre entre trabajadores y visitantes.
La reapertura de los museos es una solución temporal, pero la gestión de esta crisis evidencia fallos en la coordinación administrativa del INAH. La ciudadanía espera que los recintos culturales, fundamentales para el turismo y la identidad nacional, no vuelvan a enfrentar interrupciones similares.