La candidata a la gubernatura de Chihuahua por Morena, Yanko Durán, afirmó que el cómputo de votos en la entidad se lleva a cabo bajo estricta vigilancia y control. Según la morenista, el proceso está blindado para garantizar transparencia tras las elecciones del pasado domingo. Sin embargo, las declaraciones llegan en un contexto donde la opacidad y las irregularidades en procesos electorales han sido señaladas en repetidas ocasiones.
Durán destacó que el Instituto Estatal Electoral (IEE) implementó medidas rigurosas para supervisar el conteo de votos. En sus palabras, se instalaron sistemas de monitoreo y se reforzó la presencia de observadores en los centros de cómputo. Pero las promesas de transparencia no convencen a todos, especialmente tras reportes de inconsistencias en otros procesos electorales liderados por Morena.
El proceso de cómputo en Chihuahua comenzó el miércoles, con la revisión de actas y la validación de resultados en los 67 municipios. Según Durán, cada etapa está resguardada por personal capacitado y tecnología que, asegura, minimiza cualquier posibilidad de error o manipulación. Sin embargo, las dudas persisten entre sectores de la población que exigen mayor claridad.
Las elecciones en Chihuahua han estado marcadas por una fuerte polarización. La contienda entre Morena y los partidos de oposición, como el PAN, ha generado tensiones en un estado donde el control político es disputado. Las declaraciones de Durán buscan calmar las aguas, pero no abordan las críticas sobre la falta de confianza en las instituciones electorales.
Críticos han señalado que Morena, tanto a nivel nacional como local, ha sido cuestionado por su manejo de procesos electorales. En Chihuahua, reportes de irregularidades en casillas y presiones a votantes han sido denunciados por la oposición, aunque sin pruebas concluyentes hasta el momento. Esto pone en duda el optimismo de Durán sobre la vigilancia del proceso.
La candidata también mencionó que el IEE cuenta con el respaldo de autoridades federales para garantizar la seguridad durante el cómputo. Sin embargo, la participación de fuerzas federales en procesos locales ha sido vista con recelo, especialmente por quienes consideran que el gobierno de Claudia Sheinbaum busca influir en los resultados estatales.
El conteo de votos, según Durán, está diseñado para ser un proceso abierto al escrutinio público. Sin embargo, organizaciones ciudadanas han reportado dificultades para acceder a información en tiempo real sobre el avance del cómputo. Estas barreras alimentan la percepción de que el control anunciado por la candidata podría ser más discurso que realidad.
Mientras el cómputo avanza, la ciudadanía chihuahuense espera resultados que reflejen la voluntad popular. Las promesas de Yanko Durán sobre un proceso vigilado y controlado serán puestas a prueba en los próximos días, cuando se den a conocer los resultados finales. La confianza en el sistema electoral pende de un hilo.
La candidata de Morena insistió en que cualquier irregularidad será investigada y sancionada. Pero en un estado donde la desconfianza hacia las autoridades electorales es alta, sus palabras no logran disipar las sospechas. La presión sobre el IEE y los actores políticos crece conforme se acercan los plazos para oficializar a los ganadores.
Chihuahua enfrenta un momento crucial en su historia política. Las elecciones no solo definirán el rumbo del estado, sino que pondrán a prueba la capacidad de Morena para convencer a una ciudadanía escéptica. Las afirmaciones de Durán sobre la vigilancia del cómputo son un intento de proyectar confianza, pero el verdadero desafío será demostrar que no son solo palabras.

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Yanko Durán asegura que el cómputo electoral en Chihuahua se realiza con máxima vigilancia, pero ¿es suficiente?
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