Una operación policial en la Ciudad de México llevó a la captura de Débora “N”, una mujer de nacionalidad brasileña acusada de liderar una red de trata de personas en Playa del Carmen, Quintana Roo. La detención, realizada por la Fiscalía General del Estado de Quintana Roo, pone al descubierto un esquema criminal que sometía a mujeres a explotación sexual bajo amenazas y engaños.
La investigación reveló que Débora “N” operaba junto a su pareja, Matías Gustavo “N”, un argentino ya procesado por los mismos delitos. La pareja utilizaba redes sociales para reclutar a sus víctimas, ofreciendo falsas oportunidades laborales como “scorts” en la turística Playa del Carmen. Las promesas de empleo bien remunerado eran el anzuelo para atraer a mujeres en situación de vulnerabilidad.
Una vez contactadas, las víctimas eran trasladadas a una vivienda en el fraccionamiento Residencial Allegranza, en Playa del Carmen. Ahí, lejos de encontrar un trabajo legítimo, eran obligadas a ofrecer servicios sexuales. La Fiscalía señaló que las mujeres enfrentaban tarifas exorbitantes y multas injustificadas, diseñadas para mantenerlas bajo control y en deuda constante.
Durante un cateo en el domicilio, las autoridades rescataron a dos mujeres que eran explotadas bajo este esquema. Las víctimas, muchas de ellas extranjeras, eran forzadas a pagar hasta 10 mil pesos mensuales por renta, 4 mil por electricidad, 2 mil por agua y 200 pesos diarios por alimentos. Además, se les imponían sanciones como una multa de mil pesos por dejar encendido el aire acondicionado.
La pareja retenía el 30% de las ganancias generadas por cada encuentro sexual, que oscilaban entre mil 500 y 2 mil 500 pesos. Según la Fiscalía, las mujeres vivían bajo amenazas constantes, incluyendo advertencias de que trabajar en otro lugar las pondría en riesgo con supuestas “mafias”. Este clima de miedo dificultaba cualquier intento de escape.
Las investigaciones también sugieren que Débora “N” y su pareja podrían estar vinculados a delitos contra la salud, ya que proporcionaban drogas a las víctimas para que las vendieran a los clientes. Este hallazgo amplía la gravedad de los cargos en su contra y pone en evidencia la complejidad de la red criminal que operaban.
Tras su detención en la Ciudad de México, Débora “N” fue trasladada a Playa del Carmen, donde quedó a disposición de un juez en el Centro de Reinserción Social. Las autoridades de Quintana Roo continúan las investigaciones para determinar el alcance total de la red y el número de víctimas afectadas por este esquema de explotación.
Este caso pone de manifiesto la persistencia de la trata de personas en destinos turísticos como Playa del Carmen, donde las redes criminales aprovechan la vulnerabilidad de mujeres, especialmente extranjeras, para someterlas a condiciones inhumanas. La captura de Débora “N” es un paso hacia la justicia, pero revela los desafíos que enfrenta México para erradicar este delito.