El municipio de García, bajo el liderazgo del alcalde Manuel Guerra Cavazos, ha iniciado un ambicioso proyecto para renovar el alumbrado público en diversas colonias. Esta iniciativa, que promete mejorar la seguridad y la calidad de vida de los ciudadanos, busca reemplazar luminarias obsoletas por tecnología LED más eficiente y duradera. Sin embargo, surgen preguntas sobre la transparencia en el manejo de los recursos y la efectividad real de este plan.
El programa, que forma parte de las promesas de campaña de Guerra, contempla la instalación de miles de nuevas luminarias en sectores clave del municipio. Según el edil, el objetivo es garantizar calles más iluminadas y seguras, especialmente en zonas donde la delincuencia ha sido un problema recurrente. La modernización del alumbrado es presentada como una solución integral para atender las demandas ciudadanas.
La administración municipal asegura que los recursos para este proyecto provienen del impuesto predial, lo que plantea interrogantes sobre si el presupuesto será suficiente para cubrir todas las colonias de García. Además, no se han detallado los costos totales ni el tiempo exacto que tomará completar la renovación, lo que genera incertidumbre entre los habitantes.
El proyecto incluye la sustitución de luminarias en áreas urbanas y rurales, con un enfoque en colonias como Valle de Lincoln y Héroes de Lincoln, donde la iluminación deficiente ha sido una queja constante. Se espera que la tecnología LED reduzca el consumo energético y los costos de mantenimiento, aunque no se han compartido datos específicos sobre el impacto económico.
Manuel Guerra ha destacado que esta iniciativa forma parte de su estrategia “Mejorando García Contigo”, que combina esfuerzos en seguridad, limpieza y servicios públicos. Sin embargo, algunos vecinos han expresado escepticismo, señalando que proyectos anteriores de este tipo no han cumplido con las expectativas prometidas.
La seguridad sigue siendo una preocupación central en García, y el gobierno municipal insiste en que un mejor alumbrado disuadirá la delincuencia. No obstante, la falta de un plan claro para medir los resultados de esta inversión pone en duda si realmente se traducirá en una disminución de los índices delictivos.
Otro aspecto que ha generado críticas es la comunicación de la alcaldía sobre el avance del proyecto. Aunque se han anunciado arranques en ciertas colonias, los ciudadanos piden más información sobre el cronograma y las prioridades de las zonas a intervenir. La opacidad en estos detalles alimenta la percepción de improvisación.
Pese a las promesas de Guerra, la ciudadanía espera que esta renovación no sea solo una medida cosmética, sino un paso genuino hacia la mejora de la infraestructura urbana. La presión está sobre el alcalde para demostrar que su administración puede ejecutar proyectos de esta magnitud sin caer en irregularidades.
La modernización del alumbrado en García podría marcar un antes y un después en la imagen del municipio, pero su éxito dependerá de una implementación eficiente y transparente. Los habitantes estarán atentos a los resultados, exigiendo que las promesas se traduzcan en hechos concretos.
Por ahora, el proyecto de renovación del alumbrado público en García sigue en marcha, pero las dudas persisten. La administración de Manuel Guerra enfrenta el reto de cumplir con las expectativas ciudadanas mientras sortea las críticas sobre la gestión de los recursos públicos.