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Los precios de las casas en Monterrey se disparan: ¿Qué está pasando en la metrópoli?

El costo de las viviendas en Monterrey ha alcanzado niveles récord, convirtiendo a la ciudad en una de las más caras para adquirir un hogar en México. Según un análisis reciente, los precios de las propiedades en la metrópoli regiomontana han crecido un 9.1% en el primer trimestre de 2025, superando a muchas otras ciudades del país. Este aumento refleja una demanda creciente que no ha sido acompañada por una oferta suficiente, lo que está transformando el panorama inmobiliario local.
La falta de nuevas construcciones es uno de los principales factores detrás de esta escalada de precios. En los últimos años, la producción de viviendas en Nuevo León no ha logrado satisfacer la demanda, especialmente en el segmento de interés social. Los desarrolladores enfrentan retos como el alto costo de los terrenos, trámites burocráticos prolongados y el incremento en los materiales de construcción, lo que limita la creación de nuevos proyectos habitacionales.
El auge industrial en la región, impulsado por el nearshoring, ha atraído a miles de personas a Monterrey, aumentando la presión sobre el mercado inmobiliario. Empresas internacionales han establecido operaciones en la zona, generando empleos formales que elevan la demanda de casas y departamentos. Sin embargo, la oferta de viviendas nuevas creció apenas un 1.2% en 2024, según datos del Registro Único de Vivienda, lo que ha intensificado la competencia por las propiedades disponibles.
En colonias como Cumbres, Valle Oriente y San Pedro Garza García, los precios por metro cuadrado han alcanzado cifras que superan los 50,000 pesos. En contraste, zonas emergentes como Apodaca y Escobedo ofrecen opciones más accesibles, pero incluso allí los costos han subido significativamente. Esta disparidad ha llevado a que muchas familias opten por viviendas usadas, que representaron el 60% de las compras con crédito hipotecario en la región durante el último año.
El impacto de estos incrementos es especialmente duro para los hogares de menores ingresos. Un estudio de BBVA Research señala que el 25% de las familias en Nuevo León destinan más de un tercio de sus ingresos al pago de renta o hipotecas, lo que representa una carga financiera excesiva. Esta situación ha generado preocupación sobre el acceso a una vivienda digna en la metrópoli.
La construcción vertical se ha convertido en una tendencia en Monterrey, con edificios de departamentos ganando terreno en el centro y áreas aledañas. Sin embargo, estos proyectos suelen estar dirigidos a segmentos de ingresos medios y altos, dejando fuera a quienes buscan opciones económicas. Los expertos advierten que, sin una mayor inversión en vivienda social, el déficit habitacional podría agravarse en los próximos años.
El gobierno estatal ha implementado algunos incentivos, como descuentos en trámites para desarrolladores, pero los resultados aún son limitados. La burocracia y las restricciones en el uso de suelo siguen siendo obstáculos importantes, según especialistas del sector. Mientras tanto, los regiomontanos enfrentan un mercado cada vez más competitivo, donde comprar una casa se ha vuelto un desafío para muchos.
A pesar de los retos, Monterrey sigue siendo un polo de atracción económica y laboral, lo que mantiene la demanda de viviendas en constante crecimiento. Los analistas prevén que los precios seguirán subiendo en 2025 y 2026 si no se toman medidas para aumentar la oferta. La metrópoli regia, conocida por su dinamismo, enfrenta ahora el reto de garantizar que sus habitantes puedan acceder a un hogar sin sacrificar su estabilidad financiera.

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