Un fatal accidente en la Carretera Nacional, a la altura de Hualahuises, Nuevo León, ha dejado un saldo de 11 personas fallecidas y 36 heridas. El autobús, que transportaba a 45 pasajeros desde Escobedo hacia Tampico, Tamaulipas, se volcó en una peligrosa curva, desencadenando una tragedia que ha conmocionado a la región.
El conductor del autobús, identificado como Juan Francisco, alias “El Cejas”, perdió el control de la unidad en el kilómetro 169, en la comunidad de La Laja. Según los primeros reportes, el vehículo circulaba a exceso de velocidad, un factor que, combinado con el cansancio del conductor y las condiciones del tramo, provocó el devastador percance.
La Fiscalía General de Justicia de Nuevo León apunta al agotamiento de “El Cejas” como una de las principales causas del accidente. Las autoridades han señalado que el chofer, quien también falleció en el incidente, manejaba en la madrugada, un horario que pudo agravar su fatiga en un tramo conocido por su peligrosidad.
Entre las víctimas se encuentran nueve adultos y dos menores de edad, varios de ellos residentes de la colonia Villas de San Francisco en Escobedo. Los pasajeros, en su mayoría, viajaban de vacaciones, lo que hace aún más dolorosa esta pérdida para sus familias y seres queridos.
La respuesta de las autoridades fue inmediata, con equipos de Protección Civil, Cruz Roja y Bomberos de los municipios de Hualahuises, Montemorelos, Linares y General Terán acudiendo al lugar. Los heridos fueron trasladados a hospitales de la región, donde dos menores permanecen en estado crítico.
El gobierno de Escobedo, encabezado por el alcalde Andrés Mijes, ha prometido apoyo a las familias afectadas, cubriendo los gastos funerarios y brindando asistencia en los trámites. Sin embargo, la tragedia pone en el centro del debate la falta de medidas efectivas para garantizar la seguridad en las carreteras.
La Carretera Nacional, particularmente en el tramo de Hualahuises, ha sido escenario de múltiples accidentes mortales en el pasado. Este nuevo incidente reaviva las críticas sobre la ausencia de acciones concretas para prevenir estas tragedias, como una mejor señalización o controles más estrictos a los conductores.
El dolor de las familias es inmenso, y en redes sociales ya se han compartido mensajes de despedida y ofrendas en memoria de las víctimas. La comunidad de Escobedo, especialmente en la colonia Praderas de San Francisco, se encuentra de luto por esta pérdida irreparable.
Las investigaciones continúan para esclarecer los detalles del accidente, pero el impacto de esta tragedia resuena en todo Nuevo León. La Secretaría de Salud estatal reporta que 19 personas permanecen hospitalizadas, mientras que 17 ya han sido dadas de alta.
La muerte de 11 personas, entre ellas dos niños, es un recordatorio de los riesgos que persisten en las carreteras del país. La sociedad exige respuestas y medidas urgentes para evitar que tragedias como esta se repitan.