Marisela Reyes Hernández lidera la preferencia con un 4.2% de los votos, perfilándose como la posible presidenta del tribunal. Su trayectoria es sólida: ingresó al Poder Judicial en 1991 como taquimecanógrafa, escaló a jueza de primera instancia durante 17 años y actualmente es magistrada en materia civil y presidenta de la Sala Constitucional del Tribunal Superior de Justicia. Su experiencia la posiciona como una candidata fuerte para encabezar este organismo.
Kenia Núñez Bautista, con un 3.86% de los votos, es otra de las favoritas. Doctora en Derecho, ha ocupado cargos relevantes, como titular del Órgano Interno de Control de la Consejería Jurídica del gobierno mexiquense. Su formación y experiencia en el ámbito administrativo la convierten en una pieza clave para garantizar la transparencia en el tribunal.
Karla Ivonne Díaz Iniesta, con un 3.54% de los votos, completa el trío de mujeres que podrían ocupar los tres espacios destinados a ellas en el tribunal. Con una maestría en Derecho Procesal Constitucional, ha trabajado en juzgados federales y en el Registro Civil, acumulando experiencia administrativa y judicial que refuerza su candidatura.
Entre los hombres, Jesús Ángel Cadena Alcalá, de apenas 32 años, destaca con un 3.76% de los votos. Maestro en Derecho Constitucional y Derechos Humanos, ha trabajado en la Corte, en juzgados de distrito y en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Su juventud y preparación en derecho electoral lo hacen un perfil prometedor.
Luis Oswaldo Peralta Rivera, con un 3.43% de los votos, también se perfila para integrar el tribunal. Con experiencia como contralor suplente del INE y coordinador jurídico municipal en Texcoco, su trayectoria en el ámbito electoral y administrativo lo posiciona como un candidato competitivo.
Sorprendentemente, figuras reconocidas dentro del Poder Judicial, como el magistrado Edgar Hernán Mejía López o la excomisionada de Transparencia Zulema Martínez Sánchez, no figuran entre los primeros lugares. Esto sugiere que los votantes están optando por perfiles menos conocidos pero con trayectorias sólidas.
El Tribunal de Disciplina Judicial, que sustituirá al Consejo de la Judicatura, tendrá la tarea de investigar y sancionar faltas graves en el ejercicio de la justicia. Sus decisiones serán definitivas, sin posibilidad de impugnación, lo que resalta la importancia de elegir perfiles capacitados y transparentes.
La elección, que busca democratizar el Poder Judicial mexiquense, establece que tres mujeres y dos hombres integrarán el tribunal, respetando la paridad de género. Los cargos tendrán una duración de seis años, con renovaciones escalonadas y una presidencia rotativa cada dos años.
A medida que avanza el conteo de votos, los mexiquenses observan con atención cómo se configura este nuevo organismo, que promete transformar la impartición de justicia en el estado. Los resultados finales definirán quiénes llevarán la responsabilidad de garantizar un sistema judicial más justo y eficiente.