El programa Salud Casa por Casa, impulsado por el gobierno de Claudia Sheinbaum, arrancó en Jalisco con la meta de atender a 450 mil personas. Este proyecto, que promete llevar consultas médicas a domicilio, se centra en adultos mayores y personas con discapacidad, pero su implementación levanta dudas sobre su efectividad y alcance real.
Desde mayo de 2025, 19 mil 300 trabajadores de la salud comenzaron a visitar hogares en todo el estado. Según la Secretaría de Bienestar, el objetivo es ofrecer atención médica integral y gratuita, con énfasis en la prevención. Pero, ¿puede un programa tan ambicioso cumplir con las expectativas en un sistema de salud que históricamente ha enfrentado carencias?
El censo para identificar a los beneficiarios comenzó en octubre de 2024 y, según cifras oficiales, ya se han registrado más de 8 millones de personas a nivel nacional. En Jalisco, se espera beneficiar a 450 mil adultos mayores y personas con discapacidad, pero el proceso ha sido lento y aún no cubre a todos los potenciales beneficiarios.
Los profesionales de la salud, contratados específicamente para este programa, realizan visitas periódicas para monitorear el estado de salud de los beneficiarios. Cada paciente recibe una cartilla de salud donde se registra su historial clínico, pero persisten las preguntas sobre la calidad de la atención y la disponibilidad de medicamentos.
Un punto crítico es la infraestructura. Aunque el gobierno federal asegura que los trabajadores llevarán equipo básico, como estetoscopios y medidores de glucosa, no está claro si habrá recursos suficientes para atender casos complejos. ¿Qué pasará con aquellos que necesiten tratamientos especializados o traslados a hospitales?
Además, la Secretaría de Bienestar ha anunciado que los medicamentos estarán disponibles en centros de salud y en las llamadas Tiendas Bienestar, pero la logística para garantizar su distribución en zonas rurales de Jalisco sigue siendo un misterio. La promesa de un centro telefónico de salud a distancia suena bien, pero su implementación aún está en fase de planeación.
El programa también enfrenta críticas por su enfoque centralizado. Mientras el gobierno federal presume que Salud Casa por Casa será un modelo de referencia mundial, en Jalisco hay quienes señalan que los recursos podrían haberse destinado a fortalecer los hospitales y clínicas existentes, que enfrentan problemas de saturación y falta de personal.
Por otro lado, la contratación de personal médico ha sido un punto positivo, con 800 profesionales en Jalisco sumándose al programa. Sin embargo, el salario estimado de 17 mil pesos mensuales, incluyendo viáticos, podría no ser suficiente para atraer a los mejores talentos o garantizar su permanencia en zonas remotas.
A pesar de las buenas intenciones, el programa Salud Casa por Casa parece tropezar con los mismos obstáculos de siempre: burocracia, falta de claridad en la ejecución y promesas que suenan grandiosas pero que podrían quedarse cortas. La población espera resultados tangibles, no solo discursos optimistas desde la capital.
Mientras tanto, en Jalisco, los beneficiarios aguardan las visitas médicas con la esperanza de que este programa marque una diferencia real en su calidad de vida. Solo el tiempo dirá si Salud Casa por Casa cumple con lo prometido o se convierte en otro proyecto más que queda en el papel.

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Salud Casa por Casa: ¿Un Verdadero Avance o Solo Promesas del Gobierno Federal?
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