El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha cerrado la puerta a cualquier posibilidad de un alto el fuego en Ucrania. Durante una reunión con su gobierno, transmitida en vivo por televisión, Putin rechazó de manera contundente una cumbre con el líder ucraniano, Volodimir Zelenski. Su decisión se basa en lo que calificó como “atentados terroristas” orquestados por Ucrania contra objetivos civiles en Rusia.
El mandatario ruso señaló directamente al gobierno de Kiev como responsable de recientes ataques. Entre ellos, destacó el descarrilamiento de dos trenes en las regiones fronterizas de Briansk y Kursk, que dejaron un saldo de siete muertos y más de un centenar de heridos. Según Putin, estos actos buscan intimidar a Rusia en un momento en que las fuerzas ucranianas enfrentan grandes pérdidas y retrocesos en el frente.
Putin fue claro al afirmar que no se sentará a negociar con quienes, según él, apuestan por el terrorismo. “A día de hoy, en medio de grandes pérdidas, replegándose en todos los sectores del frente, la cúpula de Kiev ha pasado a organizar atentados terroristas”, expresó. Para el líder ruso, estos ataques son un intento deliberado de sabotear cualquier posibilidad de diálogo.
Además, Putin criticó la propuesta de Zelenski de un alto el fuego de 30 días, argumentando que solo serviría para que Ucrania reciba más armamento occidental. También cuestionó el rechazo de Kiev a una tregua breve de dos o tres días para recoger los cuerpos de soldados caídos, algo que, según él, demuestra que el gobierno ucraniano prioriza el poder sobre la paz.
El presidente ruso también apuntó contra la legitimidad del gobierno de Zelenski, al que llamó un “régimen ilegítimo” que se está convirtiendo en una “organización terrorista”. Acusó a sus patrocinadores internacionales de ser cómplices de estos actos, elevando aún más la tensión en el conflicto.
Por su parte, Zelenski ha insistido en la necesidad de forzar a Rusia a negociar a través de la diplomacia. En un discurso reciente ante aliados en la OTAN, el líder ucraniano pidió más apoyo militar, especialmente en defensa antiaérea, para contrarrestar los ataques rusos. “Rusia debe ser obligada a recurrir a la diplomacia. Necesitamos un alto el fuego, necesitamos paz real”, afirmó.
Mientras tanto, las negociaciones en Estambul entre ambos países no han logrado avances significativos. Aunque se acordó un intercambio de 500 prisioneros por cada bando, las demandas de Rusia, que incluyen el reconocimiento de la anexión de cinco regiones ucranianas, han sido rechazadas por Ucrania.
El conflicto sigue escalando, con recientes ataques ucranianos como la “Operación Telaraña”, que destruyó bombarderos rusos en Siberia. Rusia, por su parte, continúa sus bombardeos sobre Ucrania, mientras el Kremlin insiste en que cualquier tregua debe alinearse con sus condiciones.
La comunidad internacional observa con preocupación este nuevo capítulo de tensiones. Zelenski ha pedido a sus aliados no permitir que Rusia “desdibuje la realidad” y ha solicitado un refuerzo en la ayuda militar para contrarrestar la ofensiva rusa.
Por ahora, las posturas de ambos líderes parecen irreconciliables, alejando cualquier esperanza de un cese al fuego inmediato. La guerra en Ucrania sigue siendo un polvorín, con graves consecuencias humanitarias y políticas a nivel global.