En Nuevo León, la realidad laboral es preocupante: cerca de 500 mil personas trabajan más de 48 horas a la semana. Según datos recientes, esta cifra refleja las largas jornadas que enfrentan los empleados en la entidad, un problema que afecta tanto su salud como su calidad de vida.
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) revela que el 41.5% de los trabajadores en el estado dedican entre 9 y 12 horas diarias a sus labores remuneradas. Esto supera el límite de 48 horas semanales establecido por la Ley Federal del Trabajo, que busca proteger la salud de los empleados.
A estas horas de trabajo remunerado se suma el tiempo invertido en actividades no remuneradas, como tareas del hogar o cuidados familiares. Las mujeres, en particular, enfrentan jornadas más largas, promediando 12.9 horas diarias cuando se combinan ambos tipos de actividades, mientras que los hombres alcanzan 11.2 horas.
La organización Cómo Vamos Nuevo León, en su informe Así Vamos 2023, destaca que el promedio de horas dedicadas a ocupaciones remuneradas en el estado es de 8.6 horas diarias. Sin embargo, el tiempo total de trabajo, incluyendo labores no remuneradas, deja poco espacio para el descanso o la convivencia familiar.
La Declaración de los Derechos Humanos subraya el derecho al descanso y al tiempo libre. Sin embargo, en Nuevo León, la jornada laboral de 48 horas semanales, vigente desde 1917, parece no garantizar este derecho. La falta de actualización en la legislación laboral agrava la situación de los trabajadores.
La propuesta de reducir la jornada laboral a 40 horas, que lleva más de un año en discusión legislativa, podría ser una solución. Esta iniciativa busca mejorar la salud y la productividad de los empleados, pero aún no ha sido aprobada, lo que genera incertidumbre entre los trabajadores.
Voces ciudadanas han expresado su frustración. Una trabajadora comentó que sus hijos llegan a casa agotados tras jornadas que comienzan a las 4 de la mañana y terminan a las 10 de la noche, sumando el tiempo de traslado. Este escenario refleja el desgaste físico y mental al que se enfrentan miles de personas.
El sector empresarial de Nuevo León ha mostrado esfuerzos por mejorar las condiciones laborales, pero el costo de cumplir con nuevas obligaciones sigue siendo un reto. Mientras tanto, la carga laboral excesiva continúa afectando a casi medio millón de personas en el estado.
La falta de tiempo para la familia o el ocio es alarmante. Según el INEGI, los habitantes de Nuevo León dedican en promedio solo 8.1 horas semanales a convivir con sus seres queridos, lo que equivale a poco más de una hora diaria. Este dato pone en evidencia el impacto de las extensas jornadas laborales.
La situación laboral en Nuevo León refleja un problema estructural que requiere atención urgente. La modernización de las leyes laborales y una mayor conciencia sobre el equilibrio entre trabajo y vida personal son pasos clave para mejorar la calidad de vida de los trabajadores.