El gobierno de Canadá ha anunciado cambios significativos en su sistema de asilo, con el objetivo de reforzar las fronteras y limitar el número de solicitudes de refugio. Estas modificaciones buscan hacer más estricto el proceso para determinar quiénes son elegibles para recibir protección en el país.
Según el Ministerio de Inmigración y Refugiados de Canadá, las nuevas normas incrementarán la inadmisibilidad de las peticiones de asilo. Esto responde a un aumento reciente en las solicitudes, especialmente de personas provenientes de América Latina, lo que ha generado presión en el sistema migratorio canadiense.
En los primeros cuatro meses de 2025, Canadá registró 39,435 solicitudes de refugio, un 5.4% más que en el mismo periodo de 2024. Entre los principales países de origen se encuentra México, con 2,245 solicitudes, seguido por Colombia, Venezuela y otros países latinoamericanos.
El ministro de Seguridad Pública, Gary Anandasangaree, explicó que las reformas son parte de un proyecto de ley para fortalecer la seguridad fronteriza. Estas medidas también buscan combatir el tráfico de personas y el ingreso de sustancias como el fentanilo, además de mejorar la eficiencia en la gestión de solicitudes.
Las nuevas reglas permitirán al gobierno canadiense rechazar más rápidamente las solicitudes que no cumplan con los criterios establecidos. Esto podría afectar a miles de migrantes que buscan protección, especialmente aquellos que no logren demostrar un riesgo claro en sus países de origen.
El aumento de solicitudes ha sido notable en Quebec, donde en 2023 se recibieron más de 60,000 peticiones, tres veces más por habitante que en cualquier otra provincia canadiense. Esta situación llevó al gobierno de Quebec a solicitar medidas como la imposición de visas para mexicanos.
Organizaciones de derechos humanos han expresado preocupación por estas reformas, argumentando que podrían limitar el acceso al asilo para personas que realmente lo necesitan. Sin embargo, el gobierno canadiense defiende que las medidas buscan proteger el sistema y garantizar su sostenibilidad.
Canadá también ha implementado otras restricciones migratorias recientes, como la cancelación de permisos de trabajo para visitantes extranjeros y límites al número de estudiantes internacionales, en respuesta a las críticas sobre el impacto de la inmigración en la economía y la vivienda.
Estas políticas reflejan un esfuerzo por equilibrar la seguridad nacional con las obligaciones humanitarias. Sin embargo, el endurecimiento del sistema de asilo podría complicar la situación para muchos migrantes que ven en Canadá una oportunidad para una vida mejor.
El panorama migratorio sigue siendo un tema complejo, y estas reformas marcan un cambio significativo en la postura de Canadá hacia los solicitantes de refugio, con un enfoque más riguroso en la evaluación de cada caso.