En Reino Unido, un grupo de manifestantes ha salido a las calles para exigir un boicot contra los vehículos Tesla, propiedad del magnate Elon Musk. La protesta, que tuvo lugar este sábado, se enmarca en una ola global de rechazo hacia el empresario por su influencia política y sus posturas controvertidas.
La campaña, liderada por el colectivo “Led By Donkeys”, proyectó imágenes de Musk en la Gigafábrica de Tesla en Berlín, acusándolo de respaldar a la extrema derecha. En Londres, los activistas exhibieron carteles con mensajes como “De 0 a 1939 en tres segundos”, en referencia a un supuesto gesto nazi que Musk habría realizado.
El descontento se extiende más allá de Reino Unido. En Alemania, siete autos Tesla fueron incendiados en un concesionario, mientras que en Estados Unidos se han reportado actos vandálicos similares. Los manifestantes argumentan que la marca se ha convertido en un símbolo de las ideas políticas de Musk.
A pesar de las protestas, Tesla no ha emitido comentarios oficiales. Sin embargo, las acciones de la empresa han caído en varios mercados, y las ventas de sus coches eléctricos han disminuido en países como Noruega y Alemania, según datos recientes.
Este movimiento refleja una creciente polarización en torno a Musk, quien ha ganado tanto seguidores como detractores por su rol en la administración de Donald Trump y sus declaraciones públicas. Por ahora, el boicot busca impactar económicamente a Tesla y enviar un mensaje al empresario.